El triángulo maravilloso

El legado y el sueño más entrañable de Joan Miró forma un triángulo que tiene sus vértices en tres lugares mediterráneos: la Fundación Maeght de Saint-Paul-de-Vence, en Francia, la Fundación Miró de Barcelona y la Fundación Pilar i Joan Miró de Mallorca, que se inaugura hoy.La Fundación Maeght, abierta desde 1964, es el vértice más antiguo. Fue impulsada por Aimé Maeght, el marchante de arte de Miró y tantos otros maestros de la vanguardia, y proyectada por el arquitecto catalán Josep Lluís Sert. Aparte de su actividad divulgadora del arte contemporáneo en exposiciones anuales sobre un artista...

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El legado y el sueño más entrañable de Joan Miró forma un triángulo que tiene sus vértices en tres lugares mediterráneos: la Fundación Maeght de Saint-Paul-de-Vence, en Francia, la Fundación Miró de Barcelona y la Fundación Pilar i Joan Miró de Mallorca, que se inaugura hoy.La Fundación Maeght, abierta desde 1964, es el vértice más antiguo. Fue impulsada por Aimé Maeght, el marchante de arte de Miró y tantos otros maestros de la vanguardia, y proyectada por el arquitecto catalán Josep Lluís Sert. Aparte de su actividad divulgadora del arte contemporáneo en exposiciones anuales sobre un artista o corriente pictórica o temática, ofrece el maravilloso Laberinto Miró, un mágico recorrido en el que los campos y el cielo provenzales, con la línea azul del horizonte marino interrumpida por el cabo de Antibes, se funden con las esculturas de Miró en espacios de piedra y flujos de agua. La Fundación Maeght posee la serie completa de los grabados de Miró y un ejemplar de todas sus esculturas, junto, con obras de una pléyade de artistas, desde Braque y Arp, hasta Chillida y Calder.

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Magnanimidad

La Fundación Joan Miró de Barcelona, situada en la montaña de Montjuïc, es el segundo vértice del triángulo. Fue inaugurada en 1975 y su impulso se debe a la generosidad del artista, que no sólo sufragó parte importante del edificio -un luminoso proyecto de Josep Lluís Sert-, - sino que dotó sus fondos con obras cruciales como la serie de 23 Constelaciones, consideradas como uno de los hitos del arte del siglo XX por su carácter innovador y su influencia con otros artistas. La fundación cuenta con un inestimable fondo de bocetos mironianos, así como con obras de la última época de extraordinaria intensidad poética, como el Tríptico de la esperanza de un condenado a muerte.

La Fundación Pilar i Joan Miró de Palma completa el triángulo con los espacios que enmarcaron la creatividad del artista en los últimos 40 años de su vida y reúne la arquitectura mallorquina de sus pabellones primigenios con el prodigio de luz y economía formal del taller construido por Sert en 1954-1956 y con su última adición, el edificio proyectado por Rafael Moneo para la fundación. Es una construcción de 2.990 metros cuadrados formada por un elemento lineal y un volumen en forma de estrella, diseñado para contener la colección de pinturas. La fundación posee 134 pinturas de Miró y casi 1.000 dibujos, grabados y litografias, además de 25 esculturas y dos murales de cerámica. Uno de los tesoros de la fundación palmesana es la colección de más de 300 obras de otros artistas, entre ellos Picasso, Klee, Calder, Tàpies y Dubuffet.

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