Los agricultores franceses protestan ante McDonalds y Coca-Cola

La protesta de los agricultores franceses por el acuerdo agrícola entre la CE y EE UU ha optado por la simbología y se ha centrado en los restaurantes McDonalds y, desde ayer, en el estandarte por excedelencia del capitalismo americano: Coca Cola. Mientras la protesta se ha extendido a Bélgica, el ministro francés de Agricultura, Jean Pierre Soisson, pedía ayer mismo una reunión extraordinaria de los ministros comunitarios de Asuntos Exteriores y de Agricultura. Soisson no es partidario de recurrir al veto francés como defiende el primer ministro Pierre Bérégovoy.Unos 300 agricultores obli...

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La protesta de los agricultores franceses por el acuerdo agrícola entre la CE y EE UU ha optado por la simbología y se ha centrado en los restaurantes McDonalds y, desde ayer, en el estandarte por excedelencia del capitalismo americano: Coca Cola. Mientras la protesta se ha extendido a Bélgica, el ministro francés de Agricultura, Jean Pierre Soisson, pedía ayer mismo una reunión extraordinaria de los ministros comunitarios de Asuntos Exteriores y de Agricultura. Soisson no es partidario de recurrir al veto francés como defiende el primer ministro Pierre Bérégovoy.Unos 300 agricultores obligaron ayer a parar la producción de una fábrica de Coca Cola en la población de Grigny, al sur de París, en una acción convocada por la Federación de Sindicatos de Explotaciones Agrarias y el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores de la región de París. Las acciones contra Coca Cola se extendieron también a otras partes del país con la quema de anuncios publicitarios de la firma.

La protesta afecta también a los restaurantes de comida rápida de la cadena McDonalds, que ya desde el viernes y durante todo el fin de semana han sido centro de las manifestaciones de los agricultores. La policía ha desplegado un dispositivo específico para la protección de los 270 McDonalds en Francia.

En el Reino Unido, los agricultores han descartado por el momento convocar manifestaciones, aunque han solicitado una entrevista con el primer ministro Major para analizar las consecuencias que el acuerdo tendrá para la agricultura de las islas. "Una guerra comercial no beneficiaría a nadie", afirmó un portavoz sindical.

En Alemania, el presidente del Sindicato Alemán de Agricultores, Constantin Heeremann, afirmó que el acuerdo significará para los agricultores europeos "un recorte de las producciones en un 21% y la supresión de 12 millones de hectáreas cultivables".

El ministro español de Agricultura, Pedro Solbes, reconoció ayer, en Bruselas que el acuerdo alcanzado plantea dificultades. Solbes dijo también, según Efe, que la capacidad pesquera de España deberá reducirse en un 7% en los próximos tres años, para lo que se negocian ayudas comunitarias de más de 8.500 millones de pesetas.

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