Crítica

Plataformas litorales

En vista de la exposición de sus obras más recientes me atrevería sin ninguna duda a considerar el trabajo de Ramón Roig (Oropesa de Mar, 1963) como una de las propuestas pictóricas más interesantes, intensas y personales de las surgidas en los últimos años en la escena catalana. Junto a unos pocos más, está llamado a ser un referente inolvidable por cuanto se refiere a su frescura gestual, su atrevimiento formal y la solidez conceptual que anida en toda su obra.Una vez más, la pintura de Ramón Roig, esplendorosa, deslumbrante y magnificente como nunca en los grandes formatos y en esos usos ta...

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En vista de la exposición de sus obras más recientes me atrevería sin ninguna duda a considerar el trabajo de Ramón Roig (Oropesa de Mar, 1963) como una de las propuestas pictóricas más interesantes, intensas y personales de las surgidas en los últimos años en la escena catalana. Junto a unos pocos más, está llamado a ser un referente inolvidable por cuanto se refiere a su frescura gestual, su atrevimiento formal y la solidez conceptual que anida en toda su obra.Una vez más, la pintura de Ramón Roig, esplendorosa, deslumbrante y magnificente como nunca en los grandes formatos y en esos usos tan atrevidos del color y del vocabulario figural, sorprende de nuevo por la recurrencia a unos repertorios temáticos e iconográficos de lo más insospechado, así como por la capacidad de establecer una base conceptual suficientemente trabajada y reflexionada como para defenderse con soltura ante la eterna disyuntiva que diferencia el automatismo gestual de la reflexión premeditada que siempre ha caracterizado a su obra.

Ramón Roig

Base litoral. Galería Fernando Alcolea. Plaza de San Gregorio Taumaturgo, 7. Barcelona. Hasta el 25 de noviembre.

Zona marítima

Para esta exposición, trabajada de una forma compacta y unitaria, el artista ha partido de algunos elementos que delatan la zona marítima en la cual ha vivido tantos años y que le otorgan su singularización. La idea de los observatorios, las plataformas litorales que se adentran en el mar o la vida microscópica puesta al descubierto y tratada como alma especular son elementos que constituyen casi parte de su propia vida, toda vez que suponen un vastísimo e impresionante recurso metafórico.Las variadas "percepciones del biólogo insurrecto" construyen un universo poético propio en el que la sistematización del lenguaje da paso a la observación y, en suma, al establecimiento de un proyecto estético profundamente imbricado con los avatares de la propia experiencia: tanto en las grandes telas de fondos marinos o de colores imposibles llenos de presencias mitad orgánicas mitad gestuales como en esa pequeña intervención tridimensional que presenta la condensación de todo su universo, la obra de Ramón Roig constituye hoy por hoy una de las aventuras estéticas más fascinantes, más poliédricas y más hechizadamente cautivadoras de las que componen el campo de la ex experimentación pictórica.

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