TOLEDO

Novillada con estrambote

El único festejo ferial de Toledo de este año tuvo tal vez para compensar un divertido estrambote que no venía en el programa. Esta propina, junto a la entonada labor de la Rafael González en el sexto, causó mayor alboroto en los tendidos casi que el resto del espectáculo, por culpa de la escasa codicia y sosería de los novillos.El afiadido ocurrió cuando se intentó devolver a corrales al superinválido cuarto, una misión que pareció imposible para cabestro y cabestreros. Ambos dieron una lección de inutilitad sublime, y al final tuvo que ser Manolo Sánchez el que cogiese tizona y muleta para p...

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El único festejo ferial de Toledo de este año tuvo tal vez para compensar un divertido estrambote que no venía en el programa. Esta propina, junto a la entonada labor de la Rafael González en el sexto, causó mayor alboroto en los tendidos casi que el resto del espectáculo, por culpa de la escasa codicia y sosería de los novillos.El afiadido ocurrió cuando se intentó devolver a corrales al superinválido cuarto, una misión que pareció imposible para cabestro y cabestreros. Ambos dieron una lección de inutilitad sublime, y al final tuvo que ser Manolo Sánchez el que cogiese tizona y muleta para pasaportar a este animalote devuelto, pues ya eran las del alba y el cotarro, que se lo tomó a rechifla, empezaba a impacientarse con toda la razón del mundo.

Alcurrucén / Sánchez, Higares, González

Cuatro novillos de Alcurrucén, y dos de La Laguna. Manolo Sánchez: pitos; ovación. Óscar Higares: ovación; ovación. Rafael González: aviso y silencio; oreja. Plaza de Toledo, 15 de agosto, novillada de feria. Un cuarto de entrada.

El que abrió el festejo se vencía por ambos pitones, un problema que semejó ser insoluble para un novillero puntero, que es posible que tenga la mente puesta ya en su alternativa el próximo mes de septiembre, en Valladolid.

La voluntad de Higares se estrelló contra lo morucho de sus enemigos: el segundo le propinó una tanganilla, de tanto como arriesgó . No menos hambruna de contratos demostró Rafael González que se fajó sin lucimiento con el tercero por la sosez del animal, y arrancó una oreja por pundonor y relajo al sexto.

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