Crítica:CINE

Un pálido susto

Las historia de ficción científica a base de extraterrestres que invaden la Tierra de manera subrepticia para apoderarse de ella y rodadas con pocos medios y actores desconocidos, tienen una larga trayectoria dentro del cine nortearriericano. Basta pensar en la modélica La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) y Golpe en la pequeña China (1986). John Carpenter ha fijado sus ojos en este modelo como única manera de poder seguir trabajando, pero el resultado obtenido, Estoy vivo (1988), es un pálido reflejo del original.Por mucho que se quiera ver en su héroe y en su en...

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Las historia de ficción científica a base de extraterrestres que invaden la Tierra de manera subrepticia para apoderarse de ella y rodadas con pocos medios y actores desconocidos, tienen una larga trayectoria dentro del cine nortearriericano. Basta pensar en la modélica La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) y Golpe en la pequeña China (1986). John Carpenter ha fijado sus ojos en este modelo como única manera de poder seguir trabajando, pero el resultado obtenido, Estoy vivo (1988), es un pálido reflejo del original.Por mucho que se quiera ver en su héroe y en su enfrentamiento con los extraterrestres, que se apoyan en las clases altas para dominar a las bajas, una sórdida visión de Estados Unidos bajo el mandato de Ronald Reagan, la realidad es que Estoy vivo es una producción de muy limitado interés.

Las gafas del terror

Director: John Carpenter. Guionista: Frank Armitage. Intérpretes: Roddy Piper, Keith David, Meg Foster. Estados Unidos, 1988. Estreno en Madrid: Imperial, Alcalá Multicines, Colombia Multicines.

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