Reportaje:

La renovación de todas las células de órganos enfermos, próxima frontera de las terapias génicas

La renovación completa de órganos estropeados del cuerpo humano, como un hígado afectado por una hepatitis, o del sistema inmunológico ineficaz, es la siguiente frontera de la terapia génica, según afirmó ayer Mario Capecehi, de la Universidad de Utah (EE UU), en el V Congreso Internacional de Biología Celular, que se celebra en Madrid. Esta técnica, que permitirá también corregir en d. embrión enfermedades hereditarias para que el individuo adulto no padezca defectos genéticos de sus progenitores, tardará cuatro o cinco años en estar básicamente preparada, dijo Capecehi.

En inglés se l...

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La renovación completa de órganos estropeados del cuerpo humano, como un hígado afectado por una hepatitis, o del sistema inmunológico ineficaz, es la siguiente frontera de la terapia génica, según afirmó ayer Mario Capecehi, de la Universidad de Utah (EE UU), en el V Congreso Internacional de Biología Celular, que se celebra en Madrid. Esta técnica, que permitirá también corregir en d. embrión enfermedades hereditarias para que el individuo adulto no padezca defectos genéticos de sus progenitores, tardará cuatro o cinco años en estar básicamente preparada, dijo Capecehi.

En inglés se llaman stem cells, se traduce por células pluripotentes, y dentro de unos años pueden ser la clave para renovar completamente las células enfermas o defectuosas del organismo. Son como células maestras que se replican muy rápidamente y se diferencian en tipos de células especializadas pata funciones concretas. La estrategia que los científicos persiguen es modificar en ellas los genes resposables de disfunciones y enfermedades para corregir problemas de genes en los primeros estadios de los mecanismos de diferenciación celular que desembocan en células específicas. Esto, en principio, se podría hacer con cualquier tipo de tejido que se renueva constantemente, como la médula ósea o el hígado.Los médicos tendrán así en sus manos una técnica para Plantar células sanas en un hígado degenerado por una hepatitis y hacer que se diferencien, de acuerdo con su entorno, hasta renovar todo el órgano. También podrán introducir en la médula ósea células qué produzcan células sanguíneas aptas para desarrollar su función inmunológica. Cáncer, sida, desórdenes inmunológicos, entre otras enfermedades, podrían así ser atajados de raíz.

Aislar en laboratorio

"Actualmente se están aislando en laboratorio algunas de estas stem cells ", afirmó ayer Capecchi. "Después se trataría de aplicar las estrategias que ya conocemos de terapia génica (desactivar genes defectuosos en las células o introcucir genes correctos), pero en estas stem cells", continúa. Este investigador calcula que se tardará aún cuatro o cinco años en solucionár los problemas básicos de la nueva técnica.En el caso de enfermedades genéticas detectadas en los padres, los biólogos sueñan con poder modificar en stem cel/s del embrión que dará lugar al hijo, cuando es apenas un puñado de células, el gen responsable de la enfermedad hereditaria, tal vez la fibrosis cística, el enanismo o la hemofilia. Al implantar células corregidas en un estadio muy temprano de desarrollo del embrión, antes de que las stem cells originen células específicas, se lograría que el embrión se desarrollase normalmente hacia el individuo adulto sin células defectuosas.

Esta estrategia es también muy prometedora para construir animales transgénicos, es decir, criaturas diseñadas a medida con características predeterminadas por el hombre, mediante la modificación de sus genes. La manipulación de las células maestras mejora las posibilidades de construir supervacas o supercerdos (animales que, por ejemplo, produzcan en su leche vacunas transferibles a las crías), a partir de los embriones, cuando no son más que unas decenas de células.

Capecchi es un especialista en las técnicas de hacer mutaciones en genes concretos de animales, es decir, extraer un gen de las células, o introducir otro nuevo y lograr que funcione. Esto permite descubrir qué cometido concreto desarrolla un gen, pero también manipular genes responsables de enfermedades genéticas. Capecchi recordó que con la técnica de añadir genes, pero en células específicas ya diferenciadas, se están haciendo desde hace dos años algunos tratamientos experimentales, en EE UU y en Europa, para algún tipo de cáncer y de una rara enfermedad del sistema inmunológico denominada deficiencia de adenosina deaminasa. En preparacion están ensayos para tratar la fibrosis cística y algunos casos de hipercolesteremia.

Limitaciones éticas

"Todas estas modificaciones se contemplan únicamente en células somáticas del individuo, por lo que los cambios de genes realizados en él no se transmiten a su descendencia", explicó Capecchi. Según él, las limita ciones éticas a estas técnicas se plantearían en el caso de células germinales, las responsables de pasar la herencia a los hijos.En el congreso que se celebra en Madrid, el premio Nobel James A. Spudich, de la Universidad de Stanford (EE UU), ha explicado los últimos avances en el estudio básico de los movimientos celulares. "Las células utilizan una especie de raíles formados por filamentos de proteínas, por las que se deslizan las moléculas que hacen de combustible. Estos filamentos además están orientados, de modo que conducen a las moléculas hacia sus destinos", explicó Spudich. "Hemos logrado seguir el movimiento de una enzima concreta a lo largo de uno de estos filamentos para ir leyendo la información del ADN".

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