La salida alemana deja fuera de combate el caza europeo, en el que participa España

Gert Schünbohm, secretario de Defensa alemán, comunicó ayer a su homólogo español, José Miguel Hernández, la decisión de su Gobierno de retirarse de¡ futuro avión de combate europeo (EFA). La retirada sólo será oficial tras la ratificación del Parlamento alemán.

Un portavoz del Ministerio de Defensa español informó ayer tarde que España es partidaria de seguir adelante con el programa, aunque revisando todas las previsiones para reducir al máximo los costes, y que sólo cuando se oficialice la retirada alemana se revisará esta posición. Fuentes militares e industriales opinaron, por...

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Gert Schünbohm, secretario de Defensa alemán, comunicó ayer a su homólogo español, José Miguel Hernández, la decisión de su Gobierno de retirarse de¡ futuro avión de combate europeo (EFA). La retirada sólo será oficial tras la ratificación del Parlamento alemán.

Un portavoz del Ministerio de Defensa español informó ayer tarde que España es partidaria de seguir adelante con el programa, aunque revisando todas las previsiones para reducir al máximo los costes, y que sólo cuando se oficialice la retirada alemana se revisará esta posición. Fuentes militares e industriales opinaron, por su parte, que la continuidad del EFA sin la participación de Bonn es inviable, ya que Alemania asumía el 33% de su coste y ninguno de los otros socios (Reino Unido, Italia y España) está en condiciones de afrontarlo. En medios conocedores del programa se apuntaba ayer la posibilidad de que el anuncio de retirada, que ningún portavoz oficial de Bonn ha ratificado públicamente, aunque tampoco desmentido, podría ir encaminada a forzar una reducción de costes. Así, la decisión podría reconsiderse antes de hacerse oficial en junio.

Alemania ha gastado ya 360.000 millones de pesetas en el programa EFA y, caso de oficializar su retirada antes de que concluya la actual fase de desarrollo, tendría que pagar una fuerte indemnización a sus restantes socios, informa desde Bonn José María Martí Font. España, por su parte, llevaba gastados en febrero de este año 68.433 millones de pesetas de los 150.000 que se comprometió a invertir hasta 1999, según informó en el Congreso el ministro de Defensa, Julián García Vargas.

La salida alemana ha cogido relativamente de sorpresa a las autoridades españolas, pues todavía el jueves, tras conocer la gira que el secretario de Estado alemán iba a efectuar por las otras tres capitales implicadas en el proyecto (Londres, Roma y Madrid), altos cargos del Ministerio de Defensa español atribuían a Bonn el propósito de reducir costes, pero no de retirarse.

El programa más importante

El EFA es el más importante proyecto tecnológico y militar en el que ha participado hasta ahora la industria española, con un coste en investigación muy superior al de cualquier programa científico. España pensaba adquirir entre 72 y 100 aparatos, por un precio total aproximado de 600.000 millones de pesetas. La incorporación de España al programa EFA, en noviembre de 1988, fue una de las más importantes decisiones del entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, adoptada tras meses de dudas por temor a que la industria nacional no fuese capaz de beneficiarse del 13% del coste, que se comprometió a pagar Madrid.

El anuncio de retirada vino precedido por la decisión alemana de no participar en el sistema de guerra electrónica del avión, Euro-Dass, uno de los más costosos del EFA. El nuevo mimstro de Defensa alemán, Volker Rühe, advirtió el jueves: "No va a gastarse más dinero en amenazas del pasado".

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