"Nunca iría a los 'oscars", dice Aranda

El cineasta español obtiene una buena acogida en Nueva York con la película 'Amantes'

Amantes, la película del cineasta español Vicente Aranda, ha conseguido el aplauso unánime del público neoyorquino, que abarrotó las dos proyecciones de la película en el festival New Directors, New Films, presentado por el Museo de Arte Moderno (MOMA) y el Lincoln Center. Aranda, que declara sin reparos que nunca iría a los oscars, considera que, el público de Nueva York reaccionó como lo hizo el del Festival Internacional de Cine de Berlín, donde Amantes recogió elogios y premios. La película se estrena hoy en el circuito comercial norteamericano con el título de Lovers.

Sobre el éxit...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Amantes, la película del cineasta español Vicente Aranda, ha conseguido el aplauso unánime del público neoyorquino, que abarrotó las dos proyecciones de la película en el festival New Directors, New Films, presentado por el Museo de Arte Moderno (MOMA) y el Lincoln Center. Aranda, que declara sin reparos que nunca iría a los oscars, considera que, el público de Nueva York reaccionó como lo hizo el del Festival Internacional de Cine de Berlín, donde Amantes recogió elogios y premios. La película se estrena hoy en el circuito comercial norteamericano con el título de Lovers.

Sobre el éxito de Amantes en España y en el mercado internacional (Victoria Abril obtuvo el premio de interpretación femenina en Berlín), Aranda confiesa que no le importó que Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, fuera la película presentada por España para competir por el oscar, al tiempo que el mismo organismo premió Amantes con los Goya a la mejor película y al mejor director. "Creo que el jurado, que curiosamente votó ambas cosas, estaba convencido de que Amantes no tenía posibilidad alguna de aspirar al oscar, mientras que Tacones, sí. La elección de la película de Almodóvar fue un ejemplo claro de sensibilidad colectiva", declara Aranda, quien tajantemente. dice: "No me gusta hablar de Almodóvar".Los oscars, que se entregan el lunes por la noche en Los Ángeles, no parecen entusiasmarle. Declara que jamás irá a los oscars. Dice que la idea de estar sentado esperando a ver si le premian es intolerable. Aranda, que no estuvo presente en la entrega de los Goya por esa razón, no quiere someterse a lo que denomina "un ridículo" que le parece "infantil y grotesco".

Hablando de los oscars y de Hollywood, Aranda explica que él ha sido un '"fan del cine americano durante mucho tiempo", pero que sus gustos han cambiado. "Lamento que ahora sea un cine fundamentado en el dólar. Es un cine frecuentemente hábil, que me complace cuando lo veo, pero con el que también puedo enfadarme".

Amantes, película criticada por algunos sectores conservadores y muy alabada por V. Canby, el crítico estrella del The New York Times, cree que ante polémicas como la vivida estos días "lo mejor es callarse", aunque reconoce que desde el punto de vista del productor -en este caso, Pedro Costa-, este tipo de situaciones puede ser favorable. Pero, como director, dice sentir el temor de que "todo pueda degenerar en una minusvalía del producto".

La polémica que ha rodeado Amantes se centra en el realismo de las escenas de sexo que aparecen en la película. Algunos espectadores se han sentido ofendidos incluso viendo los cortos promocionales. Los periodistas que entrevistan a Victoria Abril le hacen preguntas como si se tratara de una actriz porno.

"El porno me encanta y esta respuesta no es mía, sino de Luis García Berlanga", dice Aranda. "No me quiero meter en la discusión de dónde termina el erotismo o comienza el porno. La sensualidad forma parte de nuestro mundo y me parece malo destruirlo. En Amantes se describe una pasión de carácter normal. Es la historia de un joven que comienza a existir en cuanto se da cuenta de que se comunica con otra persona en la cama. El protagonista, Paco [interpretado por el actor Jorge Sanz] es el típico hombre que se da cuenta de que está sexualmente bien con una mujer y no con otra. Paco lo entiende y la situación degenera en drama".

Aranda es un director al que algunos críticos tildan de violento. El cineasta aborda este tema sin complejos y, contrariamente a lo que muchos dicen, comenta que a él no le gusta la violencia, a pesar de que de no le queda otro remedio que utilizarla. "Cuando comencé mi carrera estaba convencido de que no la utilizaría, pero no lo he podido cumplir. Es como el sexo y el amor, una parte de la composición humana y la he tenido que aceptar. En mis películas la violencia es coreografía, y cada vez que he tenido que enfrentarme a ella he hecho lo posible para que pareciera una escena teatral y que la escena en cuestión se representara en un escenario fijo. No la suelo rodar en planos cortos para dominar el ritmo; siempre hago lo contrario, me alejo".

Lejos de la violencia

El director de Amantes y de otros títulos famosos, como El Lute o Si te dicen que caí, explica que, por ejemplo, en El crimen del capitán Sánchez rodó un fusilamiento.. "Tarde un día para rodarlo y alejé la cámara de la escena. También rodé de forma convencional, pero tiré todo el material debido a mi concepto coreográfico, que está lejos de la violencia por la violencia".

En cuanto al sexo, el otro componente que caracteriza su cine, Aranda explica que se trata de "un gran interrogante". "Me he interesado mucho por el sexo y tengo que confesar que aún no lo entiendo. El sexo es un mensaje extraño puesto en nuestras mentes y órganos. Creo que con los años el sexo no cambia, pero sí se transforma. Con los años se convierte en una sensación más matizada, menos exigente, porque te vuelves menos agresivo; mis brazos y mis piernas también tienen menos fuerza, la cabeza también se transforma porque elimina ciertas exigencias".

"Es extraño", dice Aranda respecto a los espectadores de los dos pases del Lincoln Center previos al estreno de la película en Nueva York, "pero los públicos de las dos sesiones se fían comportado ante la película de la misma forma: con un silencio sepulcral durante la proyección y con aplausos al final". Para Aranda, fue muy importante que "el 90% de los espectadores de Nueva York se quedara al coloquio".

"Las preguntas del coloquio se centraron sobre todo en Victoria [Abril, la protagonista de la película]: ella les interesaba más que el director, que era, en principio, el centro de la proyección", comenta el cineasta, quien explica abiertamente que Victoria ejerce una fascinación increíble para él, "porque es una actriz ambiciosa que se propone subir cada vez más y no sólo de película a película, sino de plano a plano".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En