Aprobado el reglamento más permisivo de la historia del toreo

El Consejo de Ministros aprobó ayer el nuevo reglamento taurino, que tendrá efectos desde el próximo día 10, y sustituye al que ha estado en vigor desde 1962. El Ministro del Interior, José Luis Corcuera,manifestó a los informadores de prensa que "el nuevo reglamento pretende preservar con el máximo rigor la integridad de la lidia para que no se sorprenda ni defraude al espectador" pero en lo que concierne a algunos de sus aspectos fundamentales es el más permisivo que haya conocido jamás la historia de la tauromaquia.

El primer tercio, fundamental en toda corrida, ha quedado devaluado ...

El Consejo de Ministros aprobó ayer el nuevo reglamento taurino, que tendrá efectos desde el próximo día 10, y sustituye al que ha estado en vigor desde 1962. El Ministro del Interior, José Luis Corcuera,manifestó a los informadores de prensa que "el nuevo reglamento pretende preservar con el máximo rigor la integridad de la lidia para que no se sorprenda ni defraude al espectador" pero en lo que concierne a algunos de sus aspectos fundamentales es el más permisivo que haya conocido jamás la historia de la tauromaquia.

El primer tercio, fundamental en toda corrida, ha quedado devaluado en el nuevo reglamento. Concebido en todas las reglamentaciones para manifestar la bravura del toro y su integridad física, que los picadores habían de medir ejecutando la suerte de varas de acuerdo con las reglas del arte, y que exigía a los diestros su intervención en quites, dando lugar a la competencia entre ellos con la interpretación del repertorio de las suertes de capa, ha perdido este sentido. Las tres varas mínimas que exigía el anterior reglamento se reducen a dos, en las plazas de primera categoría, y a una en las restantes, mientras se autoriza la inhibición de los espadas en quites. En contrapartida, es interesante consignar que el nuevo reglamento amplía la separación de círculos para la suerte de varas, limita el peso del caballo de picar a 650 kilos y autoriza los manguitos, aunque se engloban en el peso máximo que debe tener el peto.La erradicación del fraude del afeitado es otro de los contenidos importantes del nuevo reglamento, si bien tiene al respecto una redacción confusa. Dice el artículo 59 que, en el reconocimiento previo, los veterinarios pueden rechazar toros si sospechan que tienen las astas manipuladas, pero el ganadero puede exigir que se lidien, remitiéndose su responsabilidad a los resultados del posterior análisis de laboratorio. Sobre las astas de las restantes reses de la corrida el reglamento no prevé que vayan a ser analizadas, en ningún caso.

Se da la curiosa circunstancia de que durante dos años serán inspeccionadas las astas de todos los toros que se lidien en España, al objeto de determinar la biometría de los diversos encastes, mas como sólo se hace a estos efectos, si los facultativos detectaran que alguna está afeitada, no sería tenido en cuenta.

Cuando las reses sufran accidentes que deterioren sus defensas, los ganaderos podrán solicitar a la autoridad arreglarlas, dentro de los 10 días posteriores al percance, y se hará en presencia del delegado de la autoridad y un veterinario. No indica el reglamento, en cambio, si en esta operación se podrá cortar o limar la cornamenta, ni cuánto, ni, en definitiva, pone condición ni límite alguno a tal arreglo.

Los reconocimientos de las reses, donde sólo debían estar presentes los veterinarios y el presidente de la corrida -entre otras razones, para que desarrollaran tranquilamente su trabajo, sin presión de ningún tipo-, ahora pueden ser multitudinarios. El nuevo reglamento autoriza que asistan también el empresario, el ganadero o sus representantes, los apoderados, los diestros y miembros de su cuadrilla. Y, además, el presidente -dice el nuevo reglamento,, oirá" sus opiniones, acerca de los defectos de las reses advertidos por los veterinarios.

Análisis de vísceras

El presidente está facultado para ordenar el análisis de vísceras de los toros que tengan un comportamiento anómalo, y esta es una innovación del reglamento, muy digna de tener en cuenta, ya que, en efecto, abundan últimamente los comportamientos anómalos de los toros en la lidia.

Hay otra novedad positiva para los abonados, a quienes el reglamento reconoce todos los derechos de los espectadores incluida la devolución del importe de la localidad si hay modificaciones en el cartel- y el de expedición individualizada de los billetes de acceso a la plaza.

Aquellos espectadores que perturben el espectáculo, molesten u ofendan a otros espectadores, serán expulsados de la plaza.

Aunque el reglamento estará en vigor en la próxima Feria de las Fallas, de Valencia, da plazo hasta el 1 de mayo para que las empresas se adecuen a sus prescripciones, sobre todo en lo que concierne a petos y caballos de picar