Plan internacional para salvar el mar Negro, a punto de morir contaminado

Vertidos de amoníaco, fósfatos, metales, pesticidas y nitratos a los ríos que desembocan en el mar Negro están asfixiando una de las masas de agua hasta hace poco más productivas para los pescadores europeos. Muchas especies han desaparecido ya y partes del fondo están muertas. Recuperarlas precisará no menos de 25 años de trabajos destinados a depurar residuos industriales, urbanos y agrícolas.El plan de salvación ha sido diseñado por el Centro Internacional de Estudios sobre el Agua (ICWS, en sus siglas inglesas). En el proyecto participan también el Banco Mundial y las Naciones Unidas, y se...

Vertidos de amoníaco, fósfatos, metales, pesticidas y nitratos a los ríos que desembocan en el mar Negro están asfixiando una de las masas de agua hasta hace poco más productivas para los pescadores europeos. Muchas especies han desaparecido ya y partes del fondo están muertas. Recuperarlas precisará no menos de 25 años de trabajos destinados a depurar residuos industriales, urbanos y agrícolas.El plan de salvación ha sido diseñado por el Centro Internacional de Estudios sobre el Agua (ICWS, en sus siglas inglesas). En el proyecto participan también el Banco Mundial y las Naciones Unidas, y se solicitará la colaboración de todos los países ribereños (Bulgaria, Rumania, Turquía, Federación Rusa, Ucrania y Georgia).

Aunque el mar Negro sale al Mediterráneo por el estrecho de Jos Dardanelos, puede considerarse un mar cerrado. De ahí que la contaminación se acumule, destruyendo la cadena alimentaría de las especies que lo habitan. "El mismo vertido de fósfatos produce tres veces más daño en el Danubio que en el Rin. El primero suma 6.000 metros cúbicos de agua por segundo y al entrar en el mar Negro produce una catástrofe. Lo mismo ocurre con los ríos rusos, muy contaminados", señala Jan Dogterom, director del ICWS y catedrático de Química Medioambiental.

Según los datos del ICWS, un 90% de los pescadores ya no puede faenar en el mar Negro. Y en cuanto al mar de Azov, situado encima de la península de Crimea, está prácticamente muerto.