Tribuna:LA URSS SE DESINTEGRAEL RIESGO DE PROLIFERACIÓN NUCLEAR

El factor humano

Tras la definitiva desintegración del Estado soviético, surge una nueva amenaza al régimen de no proliferación nuclear. El creciente Potencial para la exportación clandestina de servicios, materiales y tecnologías nucleares por los Estados sucesores de la Unión Soviética, han creado una bomba de relojería cuya fecha de ignición podría ser el 1 de enero de 1992, día en el que todas las restricciones para abandonar el país quedan abolidas, y su potencial humano nuclear, libre de buscar empleo en el extranjero.La quiebra del Estado soviético ha debilitado los controles de exportación, y lo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tras la definitiva desintegración del Estado soviético, surge una nueva amenaza al régimen de no proliferación nuclear. El creciente Potencial para la exportación clandestina de servicios, materiales y tecnologías nucleares por los Estados sucesores de la Unión Soviética, han creado una bomba de relojería cuya fecha de ignición podría ser el 1 de enero de 1992, día en el que todas las restricciones para abandonar el país quedan abolidas, y su potencial humano nuclear, libre de buscar empleo en el extranjero.La quiebra del Estado soviético ha debilitado los controles de exportación, y los recortes dramáticos en los presupuestos de defensa soviéticos han potenciado la creación de empresas privadas que buscan mercados exteriores para comercializar la producción del complejo militar industrial soviético. Enfrentada a una reducción de recursos y demanda, la industria nuclear soviética también busca nuevas formas de financiar sus laboratorios e instalaciones.

Hasta hace unos meses, la financiación de la producción militar en la URSS provenía del Gobierno soviético a través de agencias, principalmente la Comisión Militar Industrial (siglas VPK en ruso) y el Comité Estatal de Planificación (Gosplán en ruso); ambos han sido disueltos. El VPK estaba compuesto por los, representantes de 12 ministerios centrales, que incluyen el de Construcción Media Industrial (que fabrican láser de alta energía y armas nucleares) y el de Generación de Energía Atómica (instalaciones nucleares de carácter civil).

Reconversión

Gosplán formulaba los planes quinquenales de defensa dentro de los planes generales de la economía soviética. El Departamento de Industrias de Defensa del ya extinto Comité Central del PCUS coordinaba los planes de adquisición de las Fuerzas Armadas con Gosplán.

Varias industrias de defensa buscan capital financiero mediante acuerdos con empresas privadas para reconvertirlas al sector civil o mantener su operatividad. La mayoría de las industrias de defensa tienen la reconversión como su objetivo principal, pero la naturaleza especiafizada de sus productos, en pariticular de la industria nuclear, hacen de su reconversión una tarea prácticamente imposible. Esto es preocupante si se tiene en cuenta la falta de controles de exportación en las actuales relaciones entre las repúblicas y el incierto futuro de los cerca de 4.000 científicos nucleares.

Chetek, una empresa privada financiada con fondos de la desaparecida VKP, está a su vez financiando parte del trabajo del Ministerio de Energía Atómica e Industria (en ruso MAPI) y de Arzamas 16 (un laboratorio de armas nucleares). MAPI es responsable de todo el ciclo nuclear y de la producción de armas nucleares soviéticas y su posterior puesta a punto en laboratorios de pruebas, de los cuales Arzamas 16 es el principal.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Con el apoyo financiero de Chetek, MAPI y Arzamas 16 han puesto en marcha un plan comercial para uso doméstico y de exportación de servicios de destrucción de residuos químicos y radiactivos, viejas armas químicas, reactores nucleares en paro y excedentes de cabezas nucleares mediante explosiones nucleares controladas en el subsuelo. MAPI / Arzamas 16 proporcionará la tecnología, la carga nuclear para la explosión pacífica y las instalaciones de pruebas nucleares bajo tierra en la isla de Novaya Zemlya, en el océano Ártico, donde han planeado una explosión controlada de exhibición para el verano de 1992.

Una empresa de productos radioquímicos cerca de Dodonovo, en Siberia central (cerca del radar desmantelado de Krasnoyarsk) también está asociada con intereses comerciales privados. Dodonovo es sede de un complejo de tres reactores nucleares militares, producción de plutonio e instalaciones para procesar material nuclear y separación de tritio (material necesario para los detonadores nucleares). Con una central en construcción con capacidad anual para reprocesar 1.500 toneladas de plutonio, Dudonovo operará con Chetek para comercializar su experiencia en el sector ahora que se ha cortado la financiación estatal. Éstos son sólo dos ejemplos de las asociaciones que se están formando en el sector orientado hacia la exportación.

Antes era solamente el brazo exterior de MAPI, Techsnabexport, el que tenía el monopolio de la exportación nuclear soviética. Como estas exportaciones estaban canalizadas a través de sólo un departamento estatal, se podía ejercer un control de las exportaciones por parte de las autoridades. Con el colapso del poder central y la independencia de las repúblicas, el monopolio de Techsnabexport se ha roto.

Control de exportaciones

En 1982 -una ley soviética autorizó a MAPI a controlar todas las exportaciones nucleares y de doble uso previas consultas con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que autorizaría la validez de los certificados de destino para la exportación. En 1989 comenzaron las discusiones para reformar la normativa que resultaron en la creación de la nueva Comisión Nacional de Control de Exportaciones, bajo el control de MAPI, Andréi Kozirev, ministro de Exteriores de Rusia, y Edvard Shevardnazde, ministro de Exteriores de la UES. Esta comisión tiene el apoyo de todas las repúblicas, pero ya existen casos de exportaciones tecnológicas por parte de repúblicas sin consultar a la CNCE.

El resultado es un escenario de pesadilla con implicaciones desestabilizadoras para el régimen de no proliferación nuclear y del proceso de desarme en el globo.

Para afrontar este problema, Occidente debería adoptar algunas medidas de urgencia:

1. Patrocinar una conferencia multilateral para estudiar la posibilidad de frenar la producción de material nuclear de uso militar.

2. Admitir a Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán -como miembros de Nuclear Suppliers Guidelines y compartir la experiencia occidental en normativas de control de exportaciones de productos nucleares y de doble USO.

3. Intercambiar información con las repúblicas sobre tecnología nuclear y fomentar la cooperación por medio de contrapartidas financieras que aceleren la reconversión del complejo industrial militar hacia el sector civil.

4. Acelerar el proceso de verificación de instalaciones militares acordado en START, ligándolo a una ONU revitalizada, para reforzar el régimen de no proliferación.

Andrés S. Serrano es Master en Estudios de Guerra por el King's College.

Archivado En