LA URSS SE DESINTEGRA

Yeltsin y Gorbachov enterrarán la URSS el 31 de diciembre

La Unión Soviética pasará definitivamente a la historia el último minuto de 1991. El día de Año Nuevo nacerá oficialmente la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Así lo acordaron ayer los presidentes soviético y ruso, Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin, en una reunión mantenida en el Kremlin. La bandera roja con la hoz y el martillo será arriada en Nochevieja.

Ambos políticos analizaron la cumbre republicana que se celebrará durante el fin de semana en Almá Atá, capital de Kazajstán, una de las ocho repúblicas por ahora dispuestas a formar la futura Commonwealth. Asimism...

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La Unión Soviética pasará definitivamente a la historia el último minuto de 1991. El día de Año Nuevo nacerá oficialmente la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Así lo acordaron ayer los presidentes soviético y ruso, Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin, en una reunión mantenida en el Kremlin. La bandera roja con la hoz y el martillo será arriada en Nochevieja.

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Ambos políticos analizaron la cumbre republicana que se celebrará durante el fin de semana en Almá Atá, capital de Kazajstán, una de las ocho repúblicas por ahora dispuestas a formar la futura Commonwealth. Asimismo debatieron la visita que Yeltsin realizará a Italia y al Vaticano antes de trasladarse el sábado a Almá Atá. El portavoz de Yeltsin, Pavel Voschanov, explicó que con la llegada de 1992 quedará concluido el proceso de transferencias de la URSS a la CEI. Y las que no sean transferidas "serán abolidas".Gorbachov parece resignado a dar por concluida su carrera política, al menos por el momento. No se descarta que asuma la sugerencia hecha por el alcalde de San Petersburgo, Anatoli Sobchak, de que encabece la oposición.

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El control de las armas nucleares de la CEI quedará en manos del actual ministro de Defensa de la URSS

Viene de la primera páginaLas posibilidades de que Gorbachov conserve el puesto de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, como se especulaba, ha quedado absolutamente descartada tras lo que ha trascendido sobre la reunión que el secretario de Estado norteamericano, James Baker, mantuvo el lunes con los militares soviéticos.

Según declaró ayer un funcionario norteamericano, el mariscal Yevgueni Sháposhnikov, actual ministro de Defensa de la ex URSS, dijo a Baker que él sería el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la CEI. El lunes, Yeltsin ya había indicado algo, al desmentir que hubiera discutido la candidatura de Gorbachov para este puesto en la última entrevista que había mantenido con Sháposhnikov, y señalar que el comandante en jefe sería un militar.

Los dedos se le vuelven huéspedes a Gorbachov. Ayer el Sóviet de la Unión, la Cámara baja del legislativo de la ex URSS, envió un llamamiento a los líderes y Parlamentos republicanos, en el que pide el cese de Gorbachov debido a que éste no ha hecho nada para detener la desintegración del país.

"Debemos dar nuestra evaluación sobre el presidente soviético. El hecho de que no se digne a asistir a nuestras sesiones, pero sí encuentre tiempo para recibir a grupos de rock, nos da derecho a adoptar una resolución sobre su dimisión", dijo a sus colegas el diputado Yuri Kalmikov. Este destacado jurista hacía referencia a la entrevista que el domingo pasado Gorbachov mantuvo con el grupo Scorpions, quienes le entregaron un cheque por valor de seis millones y medio de pesetas para obras de caridad.

Dignidad

Gorbachov está aceptando su pérdida de poder con dignidad. El martes dijo a la cadena de televisión alemana ARD que desea contribuir por todos los medios a que el periodo de transición de la URSS a la CEI termine lo antes posible. Y para conseguir este fin, está dispuesto a dejar a un lado sus ideas, a las que, sin embargo, sigue siendo fiel.

"Como político no puedo ir contra la corriente, no puedo oponerme a las decisiones de los sóviets supremos" de las repúblicas si éstos se pronuncian por la CEI, dijo ayer Gorbachov a un grupo de participantes en la conferencia internacional Anatomía del Odio. "Quisiera hacer todo lo posible para enriquecer este proceso [de transición a la CEI] y para que tenga éxito".

En respuesta a la pregunta de si dejaría pronto su puesto, Gorbachov respondió: "Mi dimisión no es lo que importa. Lo que importa es que continúe el proceso de transformación".

Los diputados de la ex URSS mantuvieron ayer dos reuniones, una con Gorbachov y otra con el jefe del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulátov, en las que discutieron el futuro del legislativo soviético, especialmente tras la decisión rusa de nacionalizar todos sus bienes. Según Amuar Alimzhánov, presidente del Sóviet de las Repúblicas (la Cámara alta), Jasbulátov desmintió que hubieran resuelto disolver el Sóviet Supremo de la ex URSS, pero confirmó la nacionalización de sus bienes. "Hay que resolver este problema por la vía constitucional, creando una comisión especial; hay que hacerlo con calma, sin robar a nadie y sin utilizar métodos de fuerza", dijo Alimzhánov, quien opina que las otras repúblicas -y no sólo Rusia- tienen derecho a parte de los bienes.

Disgusto

El jefe de la Cámara alta soviética no ocultó su disgusto por el apresuramiento con que se crea la CEI. Aprueba su fundación pero cree que las cosas deben hacerse más abiertamente, sin recurrir a los hechos consumados. "Kazajstán y las otras repúblicas centroasiáticas tienen todo un paquete de enmiendas al acuerdo, y tratan de cuestiones de redacción", advirtió Alimzhánov.

Estas propuestas serán discutidas este fin de semana en Almá Atá, donde no se excluye la asistencia de Gorbachov. Su portavoz, Andréi Grachov, explicó ayer que si esa reunión era de jefes de las repúblicas, Gorbachov no iría, pues no es uno de ellos; pero que si la cumbre de Almá Atá tomaba el carácter de una reunión del Consejo de Estado, podría participar. Pero independientemente de si va o no, Gorbachov "espera estar representado" a través de "sus proposiciones y consideraciones", que enviará a los participantes.

Baker visitó ayer Bishkek, capital de Kirguizistán, y luego voló a Kazajstán. En Almá Atá, el secretario de Estado discutirá principalmente con el líder kazajo, Nursultán Nazarbáiev, el futuro de las armas nucleares en Kazajstán y la posición de las repúblicas musulmanas de la ex URSS ante la CEI.

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