Solchaga reconoce que la recuperación de la economía es muy débil

El ministro de Economía describió ayer una visión bastante pesimista sobre la posibilidad de una rápida recuperación de la economía española. Carlos Solchaga, que defendió en el Senado los presupuestos de 1992, volvió a cargar sobre los salarios como principales responsables del escaso éxito alcanzado en la lucha contra la inflación y el desempleo.Señaló que los indicios de una recuperación son ahora tan débiles que habrá que esperar hasta bien avanzado el año que viene para que se confirme la anunciada reactivación.

El ministro no anunció, sin embargo, nuevas medidas que permitan cambi...

El ministro de Economía describió ayer una visión bastante pesimista sobre la posibilidad de una rápida recuperación de la economía española. Carlos Solchaga, que defendió en el Senado los presupuestos de 1992, volvió a cargar sobre los salarios como principales responsables del escaso éxito alcanzado en la lucha contra la inflación y el desempleo.Señaló que los indicios de una recuperación son ahora tan débiles que habrá que esperar hasta bien avanzado el año que viene para que se confirme la anunciada reactivación.

El ministro no anunció, sin embargo, nuevas medidas que permitan cambiar esta tendencia y pidió "un clima de entendimiento" para afrontar los compromisos derivados de la cumbre de Maastricht.

Consideró que el entorno internacional no es tan favorable como se preveía hace. dos meses, pero además existe un "clima de pesimismo económico" que impide retomar la recuperación.

La reactivación del empleo, dijo el ministro, no será una realidad "hasta que los salarios monetarios no se moderen", ya que de lo contrario las empresas seguirán ajustando sus plantillas.

Los organismos internacionales reconocen, según Solchaga, que España presenta unos niveles de déficit público y de endeudamiento que no suponen problemas en la convergencia con otros países de la CE. Con este panorama, la inflación se situará este año en torno al 5,7%, aunque se mantiene la previsión del 5% para 1992, debido sobre todo a la subida del IVA y de los impuestos especiales.

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