En manos ajenas

La escasa internacionalización de la empresa española amenaza su competitividad en la CE

Es probable que cuando España esté operando de lleno en el mercado único, los empresarios se lamenten del casi nulo esfuerzo que han realizado durante estos años por situarse en el exterior. Frente a la escasa presencia española en los mercados foráneos, el capital extranjero controla importantes empresas en sectores económicos claves. Este desfase es la gran preocupación de la Secretaría de Estado de Comercio, que ha propuesto un plan de internacionalización en un intento de dar un empujón a los empresarios españoles para que salgan fuera.

"Es un plan muy ambicioso que incluye medidas ...

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Es probable que cuando España esté operando de lleno en el mercado único, los empresarios se lamenten del casi nulo esfuerzo que han realizado durante estos años por situarse en el exterior. Frente a la escasa presencia española en los mercados foráneos, el capital extranjero controla importantes empresas en sectores económicos claves. Este desfase es la gran preocupación de la Secretaría de Estado de Comercio, que ha propuesto un plan de internacionalización en un intento de dar un empujón a los empresarios españoles para que salgan fuera.

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"Es un plan muy ambicioso que incluye medidas de diferente tipo. Damos importancia a la formación, a la convergencia fiscal de las filiales fuera y dentro del país, y a facilitar información a las empresas que quieran salir al extranjero", señala Miguel Ángel Feito, secretario de Estado de Comercio.Feito añade: "El mensaje está muy claro y es que la tendencia en el mundo, en Europa, es la desaparición de las trabas al comercio. Las empresas españolas compiten en mercados como mínimo europeos y no es suficiente producir en el país de origen, hay que salir al exterior y hacer inversiones, esto es lo que queremos decir cuando hablamos de internacionalización. Hay que estar presentes en el mayor número de mercados exteriores posible, en algunos simplemente controlando la distribución, pero en otros participando en el proceso productivo".

Entre las operaciones más importantes que se han realizado en España desde que se inició el proceso de reconversión corporativa e industrial en 1986, una gran parte corresponden a las adquisiciones por grandes multinacionales y grupos extranjeros de empresas españolas.

Control exterior

Los sectores más controlado son los de servicios financieros, alimentación, cementero y petro-químico. Casos como el del Credit Lyonnais y el Banco Co mercial Español y Banca Jover British Petroleum y Petromed, el de Ciments Français y la cementera Financiera y Minera Elf Aquitaine y Cepsa vía Ertoil, Guiness y Cruzcampo, son sólo algunos de los que desde 1986 han impulsado la entrada de capital extranjero en España.

Los esfuerzos por parte de la Administración española han sido pocos e insuficientes y el plan de Comercio Exterior, siempre bienvenido, es tardío, según opinan algunos sectores de la economía. "Lo vamos a pasar mal. Será la clase dirigente, el empresariado español el que sufra las consecuencias de una falta de política continua de salida al exterior. No podrá participar en la toma de decisiones de la Comunidad Europea", opina Miguel Tobío, socio de Andersen Consulting y responsable de la división de estrategia.

El excesivo proteccionismo comercial y la herencia cultural aislacionista se han interpuesto entre el empresario español y el exterior, según el socio de Andersen Consulting. "O te abres o te destrozan", resume Tobío, quien cree, además, que el empresario español ha cometido el error de concentrarse en el mercado doméstico cuando con la liberalización comercial éste también peligra. "Aunque hay algunos sectores que pueden atrincherarse perfectamente a nivel local durante algún tiempo, es fundamental tener una red de distribución en un país extranjero y conocer bien el mercado".

Feito vaticina que cuando llegue 1993 las empresas que lo llevarán mejor son las que han tenido presente la internacionalización y han salido al exterior. A las que han pensado en términos de el mercado único y no de España, las medidas liberalizadoras les ensancha el mercado. Las que no se han enfrentado al mundo padecerán bastante".

La implantación española en el exterior ha representado aproximadamente la tercera parte del volumen de inversiones directas extranjeras en España. Sólo desde 1988 la salida de capital español es notable. Entre las operaciones recientes caben destacar la adquisición de Entel por Telefónica, de Aerolíneas Argentinas y últimamente la de Viasa por Iberia, la implantación de Repsol de varias plantas de producción en el exterior, la entrada de Entrecanales y Cubiertas en la constructora británica Lilley, o de Ocisa en la Societé Auxillare d'Enterprise (SAE).

Las operaciones de mayor envergadura, en cualquier caso, son las realizadas por la empresa pública española. Hace poco, Ignacio Santillana, consejero delegado de Telefónica Internacional, se lamentaba de la resistencia del empresariado español a aumentar su presencia fuera de España. "Nuestra economía necesita imperiosamente romper el desfase en que se encuentra en términos de presencia y participación en la economía mundial".

Lento proceso

Miguel Ángel Feito no cree que el desfase se supere de inmediato. "No vamos a recuperar el tiempo perdido en unos pocos anos, es un proceso más a largo plazo, y ello no quiere decir que las empresas vayan a salir al extranjero inmediatamente. Sólo son algunas las que ya están situadas en el exterior: Viscofán, Repsol, los productores de cavas en Estados Unidos, Cola Cao en China, etc...".

El secretario de Estado de Comercio concluye: Ias actitudes defensivas en el mundo que nos va a tocar vivir son suicidas. Hay que buscar estrategias ofensivas. Esto supone volcarse hacia el exterior, y no es posible simplemente con una política de exportaciones, es necesario tomar posiciones en el exterior".

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