Todo un carácter
A los 22 años, el joven Declan McManus se rebautizó Elvis Costello por dos motivos: provocar a los miles de seguidores del rocker de Memphis y adoptar el apellido de soltera de su madre. Corría 1976. Tenía un físico que recordaba al de un enclenque Buddy Holly, y se estaba convertiendo en la gran esperanza de la nueva ola británica gracias a su primer disco, My aim is true. Dueño de una voz muy personal y de una banda llamada The Atractions, escribió canciones que rozaban la perfección pop: Alison, Watching the detectives y Oliver's Army. Huraño como pocos, odiaba a...
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A los 22 años, el joven Declan McManus se rebautizó Elvis Costello por dos motivos: provocar a los miles de seguidores del rocker de Memphis y adoptar el apellido de soltera de su madre. Corría 1976. Tenía un físico que recordaba al de un enclenque Buddy Holly, y se estaba convertiendo en la gran esperanza de la nueva ola británica gracias a su primer disco, My aim is true. Dueño de una voz muy personal y de una banda llamada The Atractions, escribió canciones que rozaban la perfección pop: Alison, Watching the detectives y Oliver's Army. Huraño como pocos, odiaba a la prensa y no concedía entrevistas. Era un niño prodigio rebelde, que compartía pupitre con Nick Lowe, Dave Edmunds y Graham Parker.Afortunadamente, su carácter evolucionó más deprisa que su música. Ahora, sin dejar de escribir buenos temas y hacer conciertos muy recomendables, recibe cordialmente a periodistas, fotógrafos y aficionados. En la gira que le trae a España le acompañan cuatro músicos (bajo, guitarra, batería y teclados), un escueto juego de luces, un sonido magnífico y un repertorio de lujo formado por 23 canciones de todas sus épocas. Baladas y temas rápidos se alternan constantemente, igual que los estilos que han influido en su manera de escribir y cantar. Jazz, blues y country, todo bajo una perspectiva claramente pop.