Tribuna:

En comercio, cuatro más uno puede ser igual a dos

Que cuatro más uno sea igual a dos sólo podría ser una alegoría matemática. Sin embargo, comenzó a ser una realidad económica el 19 de junio, cuando EE UU y los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, firmaron un acuerdo histórico sobre comercio e inversiones.

El convenio está imbuido de un espíritu integracionista recíproco de los cinco países, que, por un lado, se refleja en la voluntad política del grupo suramericano hacía la iniciativa para las Américas, que impulsa el presidente. George Bush, y por el otro, en el apoyo estadouniden...

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Que cuatro más uno sea igual a dos sólo podría ser una alegoría matemática. Sin embargo, comenzó a ser una realidad económica el 19 de junio, cuando EE UU y los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, firmaron un acuerdo histórico sobre comercio e inversiones.

El convenio está imbuido de un espíritu integracionista recíproco de los cinco países, que, por un lado, se refleja en la voluntad política del grupo suramericano hacía la iniciativa para las Américas, que impulsa el presidente. George Bush, y por el otro, en el apoyo estadounidense a la gestación del Mercosur.Es notorio que en los últimos meses se han firmado diversos acuerdos bilaterales sobre comercio e inversiones entre Estados Unidos y otros países latinoamericanos. Esta es la primera vez que Estados Unidos estableció un acuerdo de este tipo con un grupo de países y, por tanto, se apartó de su tradicional preferencia hacia los acuerdos bilaterales.

Otro de los aspectos específicos del cuatro más uno se advierte en su mayor amplitud, pues incursionará en la esfera del intercambio tecnológico y del comercio mundial. En particular, los cinco países se proponen unir esfuerzos a favor de una reforma profunda del comercio agrícola, incluyendo el rechazo de los subsidios a las exportaciones de alimentos, que es una preocupación común de todos ellos.

El cuatro más uno es ya una realidad y se inicia ahora un proceso por el cual Estados Unidos y los cuatro países del Mercosur podrán sumar dos fuerzas que cooperarán en el desarrollo equilibrado de las Américas.

El cuatro más uno constituye el reconocimiento por Estados Unidos de que el Mercosur es el más serio y profundo intento de integración subregional jamás emprendido hasta ahora. Algo semejante puede afirmarse de la presentación realizada en abril por los cuatro ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur ante la Comisión de las Comunidades Europeas. Los cuatro países del Mercosar suman 180 millones de habitantes, un producto bruto de 370.000 millones de dólares y una superficie de casi 12 millones de kilómetros cuadrados.

Convenio de libre comercio

El 19 de junio no se firmó un acuerdo de libre comercio. Como consignaron algunas versiones de prensa, se trata de un convenio que a través del Consejo Consultivo fomentará el libre comercio y las inversiones, y que quizá pueda considerarse el punto inicial para un futuro acuerdo de este carácter.

El convenio está imbuido de un espíritu integracionista recíproco de los cinco países, que, por un lado, se refleja en la voluntad política del grupo suramericano hacia la iniciativa para las Américas, y por el otro, en el apoyo estadounidense a la gestación del Mercosur.

El Consejo estará constituido por un representante de los ministerios de Relaciones Exteriores de cada país suramericano y por un delegado de la Oficina de Asuntos Comerciales de EE UU.

La primera reunión se celebra en Estados Unidos y sucesivamente en cada uno de los países firmantes del convenio, que presidirán alternativamente los encuentros.

El cuatro más uno se viabiliza además en un encuentro crucial y de incertidumbre para el comercio regional e interregional.

En efecto, en las últimas semanas se han suscitado diferentes episodios que no se contradicen con el discurso liberal que manifiestan los protagonistas de tales acciones. Se ha llegado incluso a especular acerca de las divergencias entre los propios países integrantes del Mercosur en relación a la compra de productos agrícolas fuertemente subsidiados provenientes de los mercados de Estados Unidos y de la Comunidad Económica Europea.

En razón del acuerdo alcanzado, será casi imposible que se repitan este tipo de cuestiones, y, en caso de verificarse serán abortadas en el Consejo, en un marco de consulta.

El Consejo tendrá por objetivo la apertura consecuente de los mercados de los países del Mercosur y de Estados Unidos, al tiempo que vigilará la marcha del comercio y las inversiones entre las partes.

La actividad del organismo. estará en todo caso guiada por el mutuo reconocimiento de la relevancia que la iniciativa para las Américas lanzada por el presidente Bush puede tener para una reducción significativa de las barreras arancelarias y no arancelarias en el comercio de las Américas, incluso aquellas que limitan el libre acceso a la tecnología avanzada.

Específicamente, los firmantes concuerdan en que es necesaria una reforma profunda del comercio agrícola, lo que incluye el rechazo de los subsidios a las exportaciones entre las partes signatarias, así como en relación a terceros.

Acceso a la tecnología

Este convenio no será una mera declaración de intenciones, ya que acordaremos la puesta en práctica de un plan de acción cuya agenda reflejará las principales preocupaciones sobre los asuntos que nos afectan en el escenario del comercio internacional.

Así es como vamos a encarar acciones conjuntas en la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) para arribar a un acuerdo final ambicioso, amplio y equilibrado.

Los países miembros del tratado intercambiarán sus puntos de vista acerca de acciones para favorecer el acceso a la tecnología y para evitar los subsidios a las exportaciones agrícolas. Podrán asimismo llegar a establecer contramedidas en casos de dumping y de aplicación de subsidios.

El plan de acción contemplará también la adopción de medidas que mejoren las condiciones de acceso de productos agrícolas y textiles a los respectivos mercados, así como se habrán de abrodar los aspectos de relevancia comercial de los derechos de propiedad intelectual, que es uno de Ios llamados nuevos temas de la Ronda Uruguay del GATT.

El cuatro más uno es ya una realidad. Se inicia ahora un proceso por el cual Estados Unidos y los cuatro países del Mercosur podrán sumar dos fuerzas que cooperarán en el desarrollo equilibrado de las Américas. Quedará así demostrado que, contraviniendo a las matemáticas, en el comercio, cuatro más uno p-uede ser igual a dos.

Héctor Gros Espiel es ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay y presidente del comité de negociaciones a nivel ministerial del GATT.

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