Espartaco salió del bache

El remiendo de las corridas es el pan nuestro de cada día en la Feria de Córdoba. Todas las tardes, el aficionado acude a la plaza y no sabe qué sorpresa le va a deparar lo que hay enchiquerado. Los taurinos, al celo de los veterinarios le llaman capricho o afán de protagonismo .Algo así, como si en lugar de jugar a la petanca, se pusieran de acuerdo para el entretenido pasatiempo de rechazar toros. Y respecto al protagonismo, se conoce que como no los han metido en las listas electorales, están tratando de hacerse famosos por vía del reconocimiento. ¡Qué cosas hay que oír!Espartaco salió en C...

El remiendo de las corridas es el pan nuestro de cada día en la Feria de Córdoba. Todas las tardes, el aficionado acude a la plaza y no sabe qué sorpresa le va a deparar lo que hay enchiquerado. Los taurinos, al celo de los veterinarios le llaman capricho o afán de protagonismo .Algo así, como si en lugar de jugar a la petanca, se pusieran de acuerdo para el entretenido pasatiempo de rechazar toros. Y respecto al protagonismo, se conoce que como no los han metido en las listas electorales, están tratando de hacerse famosos por vía del reconocimiento. ¡Qué cosas hay que oír!Espartaco salió en Córdoba del bache en que parecía estar sumido esta temporada. A su primero, un toro noble, le hizo una faena sin la menor concesión a la galería, sin apoyarse en el ventajismo a que tan proclive es algunas veces. Toreó, sobre ambas manos con mucha justeza, con mucha verdad y con excelente temple en los redondos y desigual limpieza en los naturales, tirando en éstos del toro con auténtico mando. El sabor, el duende, todos esos factores tan importantes en el toreo pero tan subjetivos, puede que no afloraran, pero sí alumbró una faena de mucha pureza. La del quinto, a un toro manso y, nada cómodo, fue muy meritoria. Nadie daba un duro por la faena, y Espartaco, con precisa técnica de maestro, lo fue metiendo en la muleta y acabó sometiéndolo; es decir, toreándolo.

Emilio Muñoz recibió a su primero con hermosas verónicas y media belmontina primorosa. Le hizo una faena variada, en donde además de los pases fundamentales, citando ora de frente, ora de medio frente, unas veces espalarrao y otras a pies juntos, intercaló el molinete con la izquierda, el trincherazo, los kikirikies, el hondo de pecho... Todo ello muy verdad y muy barroco. El quinto fue un manso de solemnidad y sólo quería irse a las tablas. Y aunque Muñoz intentó torearlo a favor de éstas, sólo pudo obtener algunos muletazos aislados.

Finito, como el día de su alternativa, dio una de cal y otra de arena. A su primero, un toro que no era boyante, le hizo una faena con momentos de gran brillo. Los muletazos con la derecha, rematando en la cadera, fueron de categoría. Los naturales, con el toro embistiendo un tanto rebrincado, tuvieron mando, pero hubo algunos enganchones. Lo mejor, los ayudados por alto y por bajo, rezumando torería, con que culminó la faena. En el sexto, un toro encastado y algo violento, pero con recorrido, estuvo muy desconfiado, y le dio numerosos pases sin el menor sosiego. Alguno de sus paisanos se enfadaron por primera vez con él, como si hubiera acabado la luna de miel.

Brillaron con los garapullos Cruz Vélez y El Ecijano.

Castillo sustituye a Punta

Pedro Castillo sustituira a Antonio Manuel Punta, anunciado en la corrida de la Prensa, de Sevilla, que se celebrará el próximo día 30. Según el presidente de la mencionada institución, Puntano estaba muy dispuesto a participar en esta corrida, y, se ha quitado del cartel".

La combinación definitiva será la siguiente: dos toros de Viento Verde para el rejoneador Ginés Cartagena, y seis de Benítez Cubero para José Luis Parada, Pepe Luis Vargas y Pedro Castillo.