Powell trató en vano de convencer a Bush de que no entrara en guerra con Irak

El presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, general Colin Powell, trató en vano de convencer al presidente George Bush de evitar una guerra con Irak y continuarla política de sanciones para forzar la retirada de las fuerzas de Sadam Husein de Kuwait. Pero Bush rechazó la propuesta de Powell alegando que políticamente no podía permitirse el lujo de esperar el año o los dos años necesarios para que la política de sanciones consiguiera los objetivos previstos. Esta revelación, junto a un detallado análisis del proceso de decisión política y militar de la Administración d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, general Colin Powell, trató en vano de convencer al presidente George Bush de evitar una guerra con Irak y continuarla política de sanciones para forzar la retirada de las fuerzas de Sadam Husein de Kuwait. Pero Bush rechazó la propuesta de Powell alegando que políticamente no podía permitirse el lujo de esperar el año o los dos años necesarios para que la política de sanciones consiguiera los objetivos previstos. Esta revelación, junto a un detallado análisis del proceso de decisión política y militar de la Administración del presidente Bush desde su toma de posesión en enero de 1989, se contiene en un libro titulado The Commanders, escrito por el periodista Bob Woodward.

El libro, publicado por la editorial Simon and Schuster, será lanzado hoy al mercado. Woodward, en la actualidad director adjunto del Washington Post para temas de investigación, obtuvo fama mundial en la década de los setenta por sus artículos sobre el escándalo Watergate durante la presidencia de Richard Nixon, escritos junto a su compañero Carl Bernstein. Sus libros anteriores, sobre Watergate, el Tribunal Supremo de EE UU y la Agencia Central de Inteligencia se convirtieron inmediatamente en best-sellers.

Según la narración de Woodward, que ofrece un detallado relato de la evolución de la crisis del Golfo desde los días previos a la invasión iraquí de Kuwait el 2 de agosto hasta el día del comienzo de: las hostilidades, el 17 de enero, Powell defendió desde un principio una política de contención frente a Irak. A últimos de octubre, horas antes de que Bush tomara la crítica decisión de doblar los efectivos militares norteamericanos en la zona del Golfo, Powell trató de convencer a los colaboradores más directos de Bush, -el secretario de Defensa, Dick Cheney, el asesor de seguridad nacional, Brent Scowcroft, y el secretario de Estado, James Baker-, de que se evitara la guerra con Irak porque se podrían conseguir los mismos objetivos por medio de la continuación de la, política de sanciones económicas y presiones diplomáticas y militares.

Apoyo de Baker

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Powell sólo consiguió el apoyo de Baker. Decidido a evitar la guerra, el jefe del Estado Mayor Conjunto decidió plantear su estrategia directamente al presidente Bush. "La política de contención [frente a Irak] triunfará aunque se tardarán uno o dos años en conseguir los objetivos", manifestó Powell a Bush.

La respuesta de Bush al jefe del Pentágono fue: "Políticamente, no creo que haya tiempo para aplicar esa estrategia". Woodward no aclara a qué tiempo político se refería el presidente, aunque la deducción lógica es que Bush no deseaba enfrentarse a una nueva campaña electoral en el 92 con el conflicto del Golfo coleando.

Entretanto, y según informó ayer The New, York Times, Estados Unidos desea que Irak contribuya a la financiación de los gastos de la operación internacional de ayuda a los refugiados kurdos, cuyo coste se calcula en unos 500 millones de dólares en los próximos seis meses, con los beneficios procedentes de la venta de petróleo iraquí.

Según el proyecto de la Casa Blanca, la autorización a Irak para reanudar sus exportaciones de crudo tendría que estar vinculada a la aceptación, por parte de Bagdad, de esta nueva condición.

Archivado En