30 detectives investigan el 'caso Van Gogh'

La Unión Nocturna es el nombre de una compañía holandesa de seguridad que en los últimos días ha visto quebrarse uno de sus principios rectores: el anonimato. Dos de sus empleados fueron secuestrados la madrugada del pasado domingo por una pareja de ladrones que en menos de dos horas sustrajo y abandonó luego 20 cuadros de Van Gogh en el curso de un extraño hecho analizado ahora por todo el país e investigado por 30 detectives.La resolución del caso aparece centrada ahora en torno a una incógnita: cómo lograron penetrar los intrusos sin que parpadeara ninguna alarma. Uno de ellos ordenó a los ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Unión Nocturna es el nombre de una compañía holandesa de seguridad que en los últimos días ha visto quebrarse uno de sus principios rectores: el anonimato. Dos de sus empleados fueron secuestrados la madrugada del pasado domingo por una pareja de ladrones que en menos de dos horas sustrajo y abandonó luego 20 cuadros de Van Gogh en el curso de un extraño hecho analizado ahora por todo el país e investigado por 30 detectives.La resolución del caso aparece centrada ahora en torno a una incógnita: cómo lograron penetrar los intrusos sin que parpadeara ninguna alarma. Uno de ellos ordenó a los rehenes la desconexión del sistema central, hecho que fue registrado en la memoria de los ordenadores instalados en el centro de operaciones de la Unión Nocturna. Desde este lugar se telefoneó al museo sin obtener respuesta alguna. Pero nadie llamó a la policía.

Los directivos de la Unión Nocturna han prometido a la policía que guardarán silencio. Se trata de no entorpecer la tarea de los detectives adscritos al caso. En el museo asaltado, el amable hermetismo de sus empleados parece querer compensar la violación de un recinto considerado modélico por su iluminación y seguridad. Distribuido en tres plantas, un sótano, un acceso principal y otro de servicios, el museo fue inaugurado en 1973.

Para la policía, el primer ladrón conocía el recinto y sus secretos. De otro modo no hubiera podido sorprender a los guardianes. La investigación lo mismo que la restauración de los tres van goghs más deteriorados, continúa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En