Solana cree que no habrá una fuga masiva de profesores hacia las universidades privadas

El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, dijo ayer, tras la aprobación por el Gobierno del decreto que regula la creación de nuevas universidades públicas y privadas, que los requisitos específicos para estas últimas en materia de profesorado tratan de evitar que vivan "parasitando" a las universidades públicas. En este sentido señaló que no cree que vaya a producirse una fuga masiva de profresores hacia las universidades privadas.

La nueva normativa impide a las universidades privadas contar con funcionarios de los cuerpos docentes universitarios en activo. En opinión del min...

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El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, dijo ayer, tras la aprobación por el Gobierno del decreto que regula la creación de nuevas universidades públicas y privadas, que los requisitos específicos para estas últimas en materia de profesorado tratan de evitar que vivan "parasitando" a las universidades públicas. En este sentido señaló que no cree que vaya a producirse una fuga masiva de profresores hacia las universidades privadas.

La nueva normativa impide a las universidades privadas contar con funcionarios de los cuerpos docentes universitarios en activo. En opinión del ministro, "lo ideal es que traten de formar a su propio profesorado". Solana explicó que el regreso a la universidad pública de un profesor que la hubiera abandonado para ir a una privada estaría supeditado al régimen de excedencia ordinaria de la Función Pública, es decir que aquél conservaría su condición, pero no la plaza. Esta última posibilidad está reservada a los supuestos de excedencia especial, limitada a los funcionarios que desempeñan cargos en las administraciones públicas y a los parlamentarios.Las nuevas universidades tendrán que ser creadas por ley de las Cortes Generales o de los parlamentos autónomos. El decreto fija sólo los requisitos mínimos que deberán cumplir.

Entre tales requisitos figura la exigencia de una ratio media de 25 alumnos por profesor, así como la de impartir estudios de ocho titulaciones oficiales como mínimo, de las cuales al menos tres deberán ser carreras de dos ciclos, y una de ellas de ciencias experimentales o técnicas. El ministro precisó que no cabrá un régimen transitorio, pues desde el principio deberán impartirse las ocho carreras.

Plantilla docente

Otro requisito es la exigencia del título de doctor al 50%, como mínimo, de la plantilla docente. El mismo nivel académico se requerirá a un 30% de los profesores del primer ciclo (diplomaturas), al 70% de los del segundo (licenciaturas e ingenierías superiores) y al 100% del tercer ciclo (doctorado).En respuesta a preguntas de los informadores el ministro dijo que las universidades privadas no contarán con subvenciones del Estado, puesto que la enseñanza superior es un nivel no obligatorio ni gratuito. No obstante, cualquier alumno que reuna las condiciones para la obtención de una beca pública podrá disfrutar de ella en una universidad privada. La exención de tasas que la condición de becario comporta será compensada por la Administración, como en el caso de las públicas, aunque supeditada su cuantía a la de las tasas oficiales de éstas.

Sí podrán acogerse, en cambio, a la financiación de proyectos de investigación, algo que, según explicó el ministro, sucede hoy, en cierto modo, puesto que se financian programas de investigación de entidades no docentes tanto públicas como privadas.

Hasta el momento, seis empresas han manifestado ya su intención de crear universidades en Madrid y una en Cataluña, algunas de las cuales han realizado importantes inversiones en terrenos.

Dichos proyectos corresponden a las futuras Universidad Privada de Madrid, San Estanislao de Kostka, Antonio de Nebrija, Universidad Europea de Madrid, Nueva Universidad de España y Universidad San Pablo, de la Fundación San Pablo-CEU. Esta última está basada en el colegio adscrito a la Complutense. Sus promotores han manifestado que su intención es convertirse en universidad independiente a partir del curso 1992-93. En Barcelona, diversos centros, hoy adscritos a universidades públicas, son el punto de partida de la futura universidad privada Ramon Llull.

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