Crítica:ROCK

Mesolítico

Hace más de 20 años que este grupo se llama Ten Years After (Diez Años Después). Se formó en Nottingham (Inglaterra), y en 1970 tuvo una destacada participación en el festival de Woodstock, gracias a Going home, canción que inauguraba el evento en su versión cinematográfica. En esa década la banda conoció disensiones internas y parones en su actividad, hasta que en 1989 el guitarrista Alvin Lee convocó de nuevo a los músicos y amigos que, junto a él, fundaron Ten Years After dos décadas atrás (la formación original del grupo se mantuvo hasta 1974)En líneas generales, Ten Years After rep...

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Hace más de 20 años que este grupo se llama Ten Years After (Diez Años Después). Se formó en Nottingham (Inglaterra), y en 1970 tuvo una destacada participación en el festival de Woodstock, gracias a Going home, canción que inauguraba el evento en su versión cinematográfica. En esa década la banda conoció disensiones internas y parones en su actividad, hasta que en 1989 el guitarrista Alvin Lee convocó de nuevo a los músicos y amigos que, junto a él, fundaron Ten Years After dos décadas atrás (la formación original del grupo se mantuvo hasta 1974)En líneas generales, Ten Years After reproduce el añejo sonido que una primerísima generación de músicos blancos británicos acogió con pasión allá por los sesenta: el blues de Estados Unidos. Este estilo, con sus hijos de diferente madre (rythm and blues, rockabilly ... ), forma desde entonces parte de la tradición de las islas, y serían ellos -los británicos- quienes lo derivasen hacia el llamado rock progresivo.

Ten Years After

Intérpretes: Alvin Lee, guitarra y voz; Chick Churcill, teclista; Leo Lyons, bajo; Ric Lee, batería. Madrid, 5 de abril. Sala Canciller. Precio: 2.500 pesetas. Aforo: 800 personas.

En estas coordenadas se mueve Ten Years After. Inmunes a 20 años de vorágine estilística, los componentes de la banda acometen fulgurantes rock and roll o perpetran interminables temas en los que Alvin Lee puntea con ese ensimismamiento tan propio del rock progresivo. El grupo y el público giran en torno a la guitarra de Alvin. Sus manos viven en los tonos básicos del blues, y saltan de uno a otro con la velocidad y cadencia deseadas. Fraseos instantáneos y largas disquisiciones ejecutadas con limpieza y sentimiento acompañan el desarrollo de cada tema. La voz de Alvin Lee interpreta el blues con venerabilidad, y los músicos acompañan con oficio y gusto.

El recinto se quedó muy pequeño para la gente que asistió, pero grande para el débil volumen de sonido emanado desde el escenario. No obstante, un público de diversas edades disfrutó del fósil afortunadamente redivivo que es la música de Ten Years After. Alvin Lee fue calurosamente aplaudido y su labor como guitarrista encandiló a la mayoría. Buen balance para un grupo rescatado del más tardío paleolítico del rock, allá donde la tradición popular comenzaba a adoptar formas de expresión más modernas: progresivas.

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