El Instituto del Mundo Árabe de París cambia de orientación por la guerra

La institución cultural quiere extender sus actividades a todo el mundo mediterráneo

El Instituto del Mundo Árabe (IMA) de París, creado hace tres años para fomentar el diálogo entre las culturas árabe, y europea, atraviesa una grave crisis económica y política que estalló cuando Irak se anexionó Kuwait. Su actual presidente, Edgar Pisan¡, varias veces ministro del general De Gaulle y consejero ahora del presidente Mitterrand, presentó en un encuentro con la prensa organizado por France Culture las líneas maestras con las que cree poder salvar y revitalizar la institución.

"El IMA era y es un elemento sustancial dentro de la política árabe de Francia. La invasión de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Instituto del Mundo Árabe (IMA) de París, creado hace tres años para fomentar el diálogo entre las culturas árabe, y europea, atraviesa una grave crisis económica y política que estalló cuando Irak se anexionó Kuwait. Su actual presidente, Edgar Pisan¡, varias veces ministro del general De Gaulle y consejero ahora del presidente Mitterrand, presentó en un encuentro con la prensa organizado por France Culture las líneas maestras con las que cree poder salvar y revitalizar la institución.

"El IMA era y es un elemento sustancial dentro de la política árabe de Francia. La invasión de Kuwait y la guerra del Golfo han puesto en evidencia unos criterios de financiación equivocados. Para el mundo árabe, el no pagar, el no respetar unos presupuestos fijados de antemano y con años de antelación forma parte de su tradición cultural. Y Francia, que ya asumía el 60% de los gastos de funcionamiento, debe encontrar otra vía para implicar a los países árabes", dijo Edgar Pisani al presentar la nueva situación del Instituto del Mundo Árabe.Los problemas políticos y burocráticos del IMA tienen, según Pisan¡, una solución idónea si se "abandona el terreno institucional para moverse en el contractual. Al negociar por separado cada una de las actividades propuestas, los mismos Estados que ahora no pagan su cuota, como es el caso de Argelia, ya han dicho que aceptan contribuir adecuadamente si, por ejemplo, de lo que se trata es de montar una exposición sobre el Gran Magreb".

Kuwait era, con su 15%, junto con Francia, el país que garantizaba la solvencia económica del IMA. "Desde la invasión vivimos a velocidad de crucero. El IMA sigue ofreciendo la mejor biblioteca árabe, un gran museo y un espacio abierto a la discusión y encuentro. El resto de nuestras actividades ahora está en periodo de hibernación". Su biblioteca cuenta con 40.000 volúmenes.

Sobre el papel, 21 Estados P árabes están representados en el IMA, que tenía como misión, en palabras del propio Pisan¡, "servir de puente entre la imagen que Francia tiene del mundo árabe y la que éste quiere dar de sí mismo de cara al exterior".

El edificio que acoge el IMA, obra del arquitecto Jean Nouvel, en cuyo proyecto ha unido las últimas aportaciones de la tecnología con las formas simbólicas tradicionales, inaugurado en 1988, sintetiza esas dos imágenes a la perfección. Hoy, víctima también de la guerra, apenas recibe 2.000 visitantes diarios, y el restaurante que lo corona no sirve más de Ip cubiertos cada noche. El instituto recibió durante 1989 cerca de un millón de visitantes y en su corta programación ha montado exposiciones como Egipto-Egipto, Tapices de Oriente, Sobre la pista de Rimbaud en Adén, El Marruecos andaluz y El Metro de El Cairo.

Aglutinar sueños

Los proyectos de reforma de Pisani no se limitan a la esfera económica: "El IMA -y la política exterior francesa- ha de ampliar su área de diálogo, no limitarla al encuentro entre franceses y árabes, sino hacerla extensiva a todo el mundo mediterráneo. Eso significa incluir a Israel y a Turquía, dos naciones no árabes pero sin las cuales no se puede plantear un equilibrio para Oriente Próximo. El Mediterráneo es un hecho geográfico, cultural y económico, pero falta la voluntad política para hacerlo existir como algo más"."Creo que es un proyecto con una gran capacidad para aglutinar sueños", añade. "Europeos y árabes podríamos sofiarlo en común y evitar que siga siendo un mar dominado por la VI Flota, que, a fin de cuentas, no es más que una cuarta parte del potencial bélico naval de la zona".

El actual resentimiento popular magrebí contra Francia no preocupa demasiado a Pisani. "Nos atacan de manera muy distinta a como lo hacen cuando se refieren a Estados Unidos o al Reino Unido. Para muchos árabes, la actitud de Francia "equivale a la traición de un hermano, no es el ataque del enemigo de siempre, sino la decepción ante el comportamiento de una nación que consideraban amiga. Esa amistad o hermandad habrá que replantearla cuando termine la guerra. Momentáneamente, Sadam Husein encarna, para una gran parte de las masas árabes, ese proyecto del que hablaba antes, un sueño de dignidad y grandeza. Sadam es un usurpador de sueños, de mitos. El concepto nación árabe es un mito. Un cairota se siente primero egipcio y luego árabe".

Pisani es optimista cuando plantea el futuro francés en Oriente Próximo y en el Magreb. Concilia los compromisos -para 1992 una exposición sobre los tesoros de Kuiwaitcon las grandes construcciones macroeconómicas y geopolíticas. "Europa supone el 60% del comercio y la tecnología del mundo árabe. Los Emiratos Árabes Unidos, que se han convertido en el ejército mercenario de Europa y de Japón, no deben tener entrada en él".

El IMA ha de vivir entre ambos polos: "Desde que se creó, ha sido una institución destinada a vivir peligreisamente. Si no me gustase el reto, haría de farmacéutico".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En