2.000 heroinómanos reciben tratamiento con metadona

La cifra de drogodependientes acogidos en 1990 a los programas de tratamiento con metadona como sustituto de la heroína se elevó en 1990 a 2. 100 frente a los 600 que había al finalizar 1989, afirmó ayer Julián García Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, al término de la reunión de la conferencia sectorial del Plan Nacional sobre Drogas. En esta entidad están representadas todas las comunidades autónomas junto a los Ministerios de Sanidad y Consumo, Justicia, Interior, Asuntos Sociales y Educación y Ciencia.García Vargas valoró muy positivamente ese aumento registrado, así como el número de ...

La cifra de drogodependientes acogidos en 1990 a los programas de tratamiento con metadona como sustituto de la heroína se elevó en 1990 a 2. 100 frente a los 600 que había al finalizar 1989, afirmó ayer Julián García Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, al término de la reunión de la conferencia sectorial del Plan Nacional sobre Drogas. En esta entidad están representadas todas las comunidades autónomas junto a los Ministerios de Sanidad y Consumo, Justicia, Interior, Asuntos Sociales y Educación y Ciencia.García Vargas valoró muy positivamente ese aumento registrado, así como el número de centros (40) que participan en tratamientos de metadona como medio de frenar la propagación, del sida entre los toxicómanos.

En la reunión, que se celebra anualmente, se abordaron todos los aspectos relacionados con la lucha contra la droga, desde el reparto del presupuesto del Plan Nacional para 1991 -3.200 millones de pesetas- a las cantidades de estupefacientes decomisadas por la policía.

En su encuentro con los periodistas García Vargas se mostró contrario a la petición, hecha pública el pasado fin de semana por parte de un grupo de jueces y catedráticos de Derecho penal, de que las drogas sean dispensadas como medicamentos en las farmacias.

Por otra parte, José María Mena, fiscal antidroga de Cataluña, manifestó ayer su oposición a aumentar las penas previstas para castigar el tráfico de drogas, a la vez que insistió en que no se puede criminalizar el consumo de estupefacientes, informa Blanca Cía desde Barcelona.