La Cúpula edita tres álbumes de historietas de autores españoles
La presentación en un mismo mes de tres álbumes de historietas firmados por creadores españoles es un hecho casi insólito en el actual panorama del tebeo en España. Sin embargo, eso es lo que ha hecho Ediciones La Cúpula, responsable de la popular revista El Víbora, que acaba de poner a la venta los álbumes Pankdinísta!, de Max y Gabi, Mi vida como fantasma, de Boada, y la publicación trimestral Bares y mujeres, de Pons.
"Queremos regularizar la salida al mercado de los álbumes de nuestros autores, y estamos trabajando para que en un año el 50% de ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La presentación en un mismo mes de tres álbumes de historietas firmados por creadores españoles es un hecho casi insólito en el actual panorama del tebeo en España. Sin embargo, eso es lo que ha hecho Ediciones La Cúpula, responsable de la popular revista El Víbora, que acaba de poner a la venta los álbumes Pankdinísta!, de Max y Gabi, Mi vida como fantasma, de Boada, y la publicación trimestral Bares y mujeres, de Pons.
"Queremos regularizar la salida al mercado de los álbumes de nuestros autores, y estamos trabajando para que en un año el 50% de nuestros libros sean de historietistas españoles", explicó Josep Maria Berenguer, editor de La Cúpula.
"Mi intención es que Peter Pank sea el Pulgarcito de los 90", afirmó, por su parte, Max, el creador de un personaje cuyas aventuras son, según una encuesta, las favoritas de los lectores de El Víbora. El hecho de que éste sea el primer álbum de Peter Pank realizado con la ayuda de un entintador se ha debido, según Max, "a que necesitaba tiempo para mis otros proyectos. No quiero pasarme la vida haciendo historias de Peter Pank".
La experiencia de Bares y mujeres como publicación trimestral forma parte de la política de la editorial para la promoción de este tipo de ediciones que, segun Berenguer, "permiten una mayor capacidad de maniobra, al tiempo que puedes controlar mejor el ritmo de las ventas".
En Mi vida como fantasma, Boada reconoce que ha dado un paso importante en su evolución como autor. La idea del álbum nació a raíz de la publicación de una historia corta protagonizada por un joven que después de muerto vuelve al barrio donde residía.