Frutos de la contención

Los vientos del cambio han llegado por fin a África, un año después del colapso del marxismo en Europa del Este. La doctrina Reagan, que combinaba el apoyo a los rebeldes anticomunistas en el sur del continente con la presión diplomática sobre otros países africanos, está arrojando unos resultados impresionantes.La política de contención de Reagan llevó a Gorbachov a reconocer que los costes eran muy superiores a los beneficios. El resultado fue la glasnost, la perestroika y la admisión del principio de autodeterminación. Aun cuando el continente deje de ser un campo de batalla p...

Los vientos del cambio han llegado por fin a África, un año después del colapso del marxismo en Europa del Este. La doctrina Reagan, que combinaba el apoyo a los rebeldes anticomunistas en el sur del continente con la presión diplomática sobre otros países africanos, está arrojando unos resultados impresionantes.La política de contención de Reagan llevó a Gorbachov a reconocer que los costes eran muy superiores a los beneficios. El resultado fue la glasnost, la perestroika y la admisión del principio de autodeterminación. Aun cuando el continente deje de ser un campo de batalla para el enfrentamiento entre las superpotencias, los problemas que encierra siguen siendo enormes. Excluyendo Suráfrica, las 41 naciones del África subsahariana, con una población de 450 millones de personas, tienen un producto interior bruto total inferior al de un país como Bélgica, con sus 11 millones de habitantes. Por otra parte, la epidemia de sida plantea una tremenda amenaza social y económica en varios países africanos.

Occidente puede desempeñar un papel de primer orden en la promoción del libre comercio y del desarrollo económico de África, pero su logro más destacado parece haber sido el de resolver su enfrentamiento con el comunismo. Ahora que varios países de la zona se ven liberados de esa ruinosa filosofia política, el futuro de África parece más despejado.

, 20 de diciembre