Las dudas del Ejército
El teniente coronel Víctor Alksnis, que ha sido la voz de los sectores más conservadores del Ejército en el Parlamento de la URSS, dio un plazo de 30 días a Gorbachov para controlar la situación en el país y apoyó sus propuestas para reforzar su poder.
En nombre del grupo Soluz, Alksnis prometió ayuda a Gorbachov para realizar su programa, aunque planteó al-unas dudas sobre su viabilidad: "No sabemos cómo el presidente podrá ejercer su poder en provincias ni cómo se resolverán los conflictos entre el centro y las repúblicas". "Hemos tenido un conflicto", dijo refiriéndose a las tens...
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El teniente coronel Víctor Alksnis, que ha sido la voz de los sectores más conservadores del Ejército en el Parlamento de la URSS, dio un plazo de 30 días a Gorbachov para controlar la situación en el país y apoyó sus propuestas para reforzar su poder.
En nombre del grupo Soluz, Alksnis prometió ayuda a Gorbachov para realizar su programa, aunque planteó al-unas dudas sobre su viabilidad: "No sabemos cómo el presidente podrá ejercer su poder en provincias ni cómo se resolverán los conflictos entre el centro y las repúblicas". "Hemos tenido un conflicto", dijo refiriéndose a las tensiones que estos días le han enfrentado con Gorbachov, "pero el Ejército apoya cualquier acción de mantenimiento del Estado".
En los pasillos del Parlamento, Alksnis manifestó que el programa de Gorbachov no se refiere a las limitaciones a la acción política que eran contempladas en el programa de "salvación nacional" propuesto por el oficial.
"Si Gorbachov cree que puede cumplir lo que ha dicho sin medidas extremas, que lo haga", dijo Alksnis, dándole el plazo de un mes por ser éste el tiempo que queda antes de la celebración del Congreso de los Diputados Populares de la URSS, el 17 de diciembre próximo.
Antes del Congreso, Alksnis quisiera ver un cambio en la dinámica de relaciones entre las repúblicas y el centro. "Las repúblicas tienen que comprender que ha aparecido un líder duro en el centro que puede emplear la fuerza".
Alksnis, sin embargo, tenía dudas "relacionadas con la personalidad del presidente" sobre el empleo, inevitable a su juicio, de la violencia.
Por su parte, el diputado militar Vladímir Zolutujin manifestó que en el Ejército hay gente muy distinta y que el presidente de la URSS, en contra de lo que dice Alksnis, no ha perdido a su ejército. Sin embargo, si en el futuro más próximo no se toman medidas para aliviar la situación social del Ejército, "no quedarán partidarios del presidente", advirtió el oficial.