Holanda clausura el año Van Gogh con el estreno de una ópera contemporánea

Holanda se despide del año dedicado a su artista universal con el estreno de una ópera contemporánea titulada Un desgraciado vestido de negro y la apertura de la exposición Vincent van Gogh y el arte moderno, 1890-1914. Ambas celebraciones tuvieron lugar ayer en Amsterdam, que espera con estos actos clausurar el centenario del pintor recordando el eterno conflicto entre creador y sociedad.

La presentación del poema dramático en tres actos y nueve escenas de Un desgraciado vestido de negro, del compositor holandés, Jan van Vlijmen, estuvo rodeada de silencios y gran expectación, y...

Holanda se despide del año dedicado a su artista universal con el estreno de una ópera contemporánea titulada Un desgraciado vestido de negro y la apertura de la exposición Vincent van Gogh y el arte moderno, 1890-1914. Ambas celebraciones tuvieron lugar ayer en Amsterdam, que espera con estos actos clausurar el centenario del pintor recordando el eterno conflicto entre creador y sociedad.

La presentación del poema dramático en tres actos y nueve escenas de Un desgraciado vestido de negro, del compositor holandés, Jan van Vlijmen, estuvo rodeada de silencios y gran expectación, y no sólo porque el músico se haya negado a comentario hasta después del estreno. La curiosidad alcanza sobre todo al tratamiento dado por el crítico Johan Thielemans, y el director y coreógrafo alemán Axel Manthey, a la amarga correspondencia del pintor. Unos textos donde Vincent se muestra tan desvalido como seguro de su misión; tan absorbente como necesitado de independencia.La obra está escrita en holandés y francés, y sigue al pintor por Arlés, París, Saint-Rémy-de-Provence, Auvers, Leiden y Passy. Además de Van Gogh incluye a su hermano Theo, la esposa de éste, Jo Bonger, y a un médico. "No hace las veces de narrador, pero sus palabras están dirigidas al público", señala Axel Manthey, responsable también del vestuario. Para el director germano, la ópera no está sólo dedicada a Vincent van Gogh. "También Theo ocupa un lugar esencial. El pintor simboliza la idea y la obra a realizar. Un proyecto vital que Theo no puede lograr, como tampoco consigue perfilar su propia personalidad".

El título Un desgraciado vestido de negro procede de un poema del escritor francés Alfred de Musset. Sus versos fueron recordados por Van Gogh al contemplar en Francia el retrato de Alfred Bruyas pintado por Delacroix. Luego relataría a su hermano el parecido que notaba entre el triste pelirrojo del óleo y el propio Theo. En escena, ambos hermanos fallecen con pocos minutos de diferencia. En la vida real Theo lo haría seis meses después del 29 de julio de 1898, fecha en que Vincent expira tras dispararse en el pecho.