Tribuna:

Lo que el Gobierno oculta con sus cifras del paro

El autor del presente artículo critica lo que califica como "una escandalosa presentación en escena por parte del Gobierno sobre los milagros que su política económica viene produciendo en lo que al empleo se refiere". La presentación de que es la única política posible que resuelve los problemas de los ciudadanos, especialmente de los trabajadores, y que se está resolviendo la actual lacra del paro es tendenciosa, y engañosa, añade. "Los efectos de las políticas de enfriamiento llevadas a cabo por el Gobierno vienen a demostrar su auténtico fracaso, pues el ritmo de creación de empleo baja co...

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El autor del presente artículo critica lo que califica como "una escandalosa presentación en escena por parte del Gobierno sobre los milagros que su política económica viene produciendo en lo que al empleo se refiere". La presentación de que es la única política posible que resuelve los problemas de los ciudadanos, especialmente de los trabajadores, y que se está resolviendo la actual lacra del paro es tendenciosa, y engañosa, añade. "Los efectos de las políticas de enfriamiento llevadas a cabo por el Gobierno vienen a demostrar su auténtico fracaso, pues el ritmo de creación de empleo baja considerablemente y de manera creciento".

Para mantener el engaño, el Gobierno recurre, por un lado, a la ocultación de nuestra realidad comparada con el empleo de los países de la Comunidad Europea, y por otro, al reiterado y permanente maquillaje estadístico evidenciado a través de las descaradas desviaciones de los datos del Inem con los de la Encuesta de Población Activa (EPA).Datos del INE

Mientras que el índice promedio del paro en la OCDE se sitúa en un 6%, en los países europeos pertenecientes a dicho organismo se mantuvo en torno a un 8%. Sin embargo, España sigue siendo uno de los países con la tasa de desempleo más alta. Según los datos del INE a través de la citada Encuesta de Población Activa, el total de parados en España a 30 de junio del presente año era de 2.438.200 con una tasa de desempleo del 16,3%, es decir, el doble que la media de nuestros homólogos europeos. De fuentes también del Gobierno, y también a 30 de junio, el paro registrado por el Inem se cifraba en 2.294.834 desempleados, es decir, reflejaban 143.300 parados menos que los registrados por el Instituto Nacional de Estadística. El maquillaje practicado por el Ministerio de Trabajo sobre las cifras de paro es escandaloso.

Y si nuestro paro dobla y supera en 8,2%. al de los países de Europa, hay que añadir que el empleo estable existente se destruye, y el nuevo que se genera es casi en su totalidad precario e inestable. Los datos públicos más recientes relacionados con nuestro mercado de trabajo ponen de manifiesto la aceleración continua y persistente en el ritmo de precarización de nuestro empleo.

En siete años el número de contratos laborales en prácticas se ha multiplicado por 28 y desde 1984 por 16, pasando de 14.002 en 1984 a 222.437 en 1989. Estos contratos se suscriben por un tiempo mínimo de tres meses y un máximo de tres años, percibiendo las empresas subvenciones económicas por ellos y una reducción del 75% en las cotizaciones de la Seguridad Social.

La situación del empleo generado es aún más grave si observamos la evolución de las duraciones medias de los contratos de fomento al empleo. Así, mientras en 1984 la duración media de los contratos inferiores a seis meses era del 61,6%, en 1990 alcanzaba el 76%, es decir, un 15% más. Los contratos de 7 a 12 meses representaban en 1984 el 26% mientras que en 1990 sólo el 10%, es decir, un 16% menos y los de menos de 12 meses representaban en 1984 casi el 10% y en 1990 eran el 1%, es decir, un 9% menos. Al 30 de junio, por 8.7 10 contratos indefinidos que se realizaron, los temporales fueron 8 3.2 10, es decir, casi 10 empleos precarios por cada uno estable.

La desbordada y estrepitosa cifra de inflación del mes de julio, más preocupante incluso con la tendencia de los servicios, viene agravada por las perspectivas de verse empeorada con las del sector energético en ciernes y la clara tendencia de mantenerse aún muy alta la llamada inflación subyacente (IPC sin precios de la energía y los alimentos no elaborados). Con ello es casi seguro que las perspectivas del Gobierno de acabar el IPC a final de año en el 5,7% fracasarán y no se van a cumplir.

Política monetaria

La política monetaria restrictiva puesta en marcha por el Gobierno socialista ha fracasado al resultar ineficaz para combatir la inflación. Y aún peor los efectos de pretender con ello enfriar la economía sólo está consiguiendo ralentizar aceleradamente la creación de empleo profundizando en su insostenible y ya escandalosa precarización.

Es preciso satisfacer las demandas de los sindicatos y en lo concreto la realizada por CC OO en relación al giro social reclamado en la estrategia económica que está practicando el Gobierno del PSOE. Los efectos de esta precarización institucional consciente y deliberada permiten incluso que se estructuren proyectos empresariales levantados sobre el factor trabajo en condiciones tan precarias.

Selva laboral

La simplificación y necesidad de control de esta selva laboral reconocida incluso por el propio ministro de Trabajo en la reciente 77ª Reunión de la Conferencia de la OIT, desautorizan la injustificada algarabía y esperpento que nos ha ofrecido hace unos meses la CEOE, y constituye una necesidad estratégica ante la actual alternativa de la contratación tercermundista existente en España.

El desempleo es el principal desequilibrio de la economía nacional, por lo que su reducción debe ser el objetivo fundamental de las políticas del Gobierno, eliminando la precariedad con mejor empleo para todos y con políticas sociales que alivien la situación de lacra de los parados.

Tienen suficientes razones los sindicatos cuando en base a la propuesta sindical prioritaria CC OO demanda una profunda reforma de las actuales modalidades de contratación y al tiempo reclama políticas específicas que primen el desarrollo de actividades productivas que aseguren un crecimiento progresivo y sostenido de nuestra economía. Y ésto está bastante lejos de la política practicada por el Gobierno actual, a pesar de lo que diga.

Es inadmisible y oportunista la estrategia de desinformación practicada por el Gobierno cuando no hay mes que no se utilicen los medios de comunicación para, en permanente ceremonia de confusión, intoxicar a los ciudadanos y los trabajadores con las supuestas y ya demostradas falsas bondades de su política, manifestando que el paro se reduce, cuando, sin embargo, la realidad contrastada anteriormente manifiesta lo contrario; es decir: a) Que estamos en el doble de porcentaje de paro que los países de la Comunidad Europea, y b) Que tenemos un empleo muy precarizado y que el ritmo de crecimiento de dicha precarización es progresivo, continuo, alarmante e insostenible.

Jesús García Villullas es secretario regional de Información de CC OO de Castilla y León.

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