Obras que son amores

Tras mostrarse en Barcelona ahora se presenta en Madrid, en las salas que tiene la Fundación Caja de Pensiones, la muestra que con el título Work in progress: reúne una selección de los fondos artísticos adquiridos en los últimos años por dicha institución. Pues bien, ante este evento, lo primero que hay que valorar es el arrojo y el acierto de los responsables de La Caixa al contribuir a llenar una de las peores lagunas de nuestro patrimonio artístico: el del arte contemporáneo internacional.Una de las peores tentaciones que asedian las mentes de los países en trance de desarrollo, com...

Tras mostrarse en Barcelona ahora se presenta en Madrid, en las salas que tiene la Fundación Caja de Pensiones, la muestra que con el título Work in progress: reúne una selección de los fondos artísticos adquiridos en los últimos años por dicha institución. Pues bien, ante este evento, lo primero que hay que valorar es el arrojo y el acierto de los responsables de La Caixa al contribuir a llenar una de las peores lagunas de nuestro patrimonio artístico: el del arte contemporáneo internacional.Una de las peores tentaciones que asedian las mentes de los países en trance de desarrollo, como es el nuestro, sobre todo cuando se trata de recuperar el terreno perdido en cualquier sector, es preferir las musarañas de una ociosa especulación a la decidida acción correctora, o, cuando ésta se produce, las menos de las veces, no respetar los criterios profesionales solventes. En este sentido, frente al galimatías de museos de arte contemporáneo, cuya única finalidad en nuestro país es, al parecer, ser el objeto de una inversión de presupuestos millonarios en la construcción o la remodelación de un cascarón, la Fundación Caja de Pensiones ha logrado poner en pie una colección de arte internacional actual digna de ser envidiada por cualquier país.

Por lo demás, casi avergüenza a un crítico de arte contemporaneo tener que, a estas alturas, convencer a nadie de la calidad de una colección que tiene piezas fundamentales de B. Nauman, S. Polke, R. Mucha, F. Clemente, T. Cragg, E. Cucchi, R. Deacon, D. Judd, R. Long, H. Richter, J. Schnabel, etcétera, por citar sólo a algunos de los más sobresalientes artistas entre los 24 que se exponen en Madrid. Estos y los otros muchos que forman la colección de La Caixa son, en efecto, nombres. capitales del arte de los últimos 30 años, pero conviene darse un paseo por la exposición madrileña para comprobar la importancia de cada obra adquirida, algo verdaderamente difícil de conseguir en tiempos como los actuales, en los que la especulación comercial ha alcanzado de lleno al arte actual.