Cartas al director

Gracias a Chillida

Ayer necesitaba que la brisa del mar me acariciase, que el sinuoso vuelo de las gaviotas me orientase y que el contraste de cielo, mar y tierra me serenase. Para todo ello me acerqué a Gijón,'y cuál fue mi sorpresa que no sólo conseguí eso, sino que también hice un gran descubrimiento.Cuando llegué a mi pueblo con el secreto del descubrimiento, fui a ver a mi amigo Luis, que es muy culto, y le pregunté:

-¿De quién es esa escultura que se encuentra en Gijón junto al mar?

-Del escultor Chillida -me respondió.

Hoy fui a Gijón no sólo para ser acariciado por la brisa del mar, ...

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Ayer necesitaba que la brisa del mar me acariciase, que el sinuoso vuelo de las gaviotas me orientase y que el contraste de cielo, mar y tierra me serenase. Para todo ello me acerqué a Gijón,'y cuál fue mi sorpresa que no sólo conseguí eso, sino que también hice un gran descubrimiento.Cuando llegué a mi pueblo con el secreto del descubrimiento, fui a ver a mi amigo Luis, que es muy culto, y le pregunté:

-¿De quién es esa escultura que se encuentra en Gijón junto al mar?

-Del escultor Chillida -me respondió.

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Hoy fui a Gijón no sólo para ser acariciado por la brisa del mar, ni orientado por el sinuoso volar de las gaviotas, tampoco para ser serenado por el cielo, mar y tierra, sino para contemplar la estatua que no desdice junto al sinuoso volar de las gaviotas, ni con el contraste de cielo, mar y tierra.

Mi descubrimiento fue que: posiblemente con el. tiempo, cuando yo sea más viejecillo, la estatua de Chillida me servirá de referencia para recordar el sinuoso vuelo de las gaviotas y los contrastes cielo, mar y tierra.

Gracias, Chillida, por mi punto de referencia en el futuro.-

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