LA CRISIS DEL GOLFO

Valijas alimenticias

Espaguetis con tomate y chuletillas de cordero con alcachofas y guisantes están lejos de constituir un menú de racionamiento, pero tal vez el cocinero de Marcos Vega no pueda repetirlo muchas veces en las próximas semanas. Marcos Vega es el secretario de la Embajada española en Bagdad, y a su mesa se sientan cada día cuatro españoles -Mariano Ramírez, Carlos Uribe, Joaquín Fuentes y Juan Miguel Torres- a los que el conflicto sorprendió en el aeropuerto de Kuwait, en tránsito hacia Sri Lanka, adonde iban de vacaciones.Un periodista que recientemente compartió manteles con ellos ha calificado su...

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Espaguetis con tomate y chuletillas de cordero con alcachofas y guisantes están lejos de constituir un menú de racionamiento, pero tal vez el cocinero de Marcos Vega no pueda repetirlo muchas veces en las próximas semanas. Marcos Vega es el secretario de la Embajada española en Bagdad, y a su mesa se sientan cada día cuatro españoles -Mariano Ramírez, Carlos Uribe, Joaquín Fuentes y Juan Miguel Torres- a los que el conflicto sorprendió en el aeropuerto de Kuwait, en tránsito hacia Sri Lanka, adonde iban de vacaciones.Un periodista que recientemente compartió manteles con ellos ha calificado su estado de ánimo de "bastante bueno para las circunstancias". Ni las películas de vídeo que devoran a diario ni sus visitas al zoco logran distraerles de su situación. El truco psicológico de creerse que estaban de veraneo "en otro sitio" les duró pocos días. Aunque conscientes de disfrutar de un trato de privilegio con respecto a otros extranjeros, tienen siempre presentes las alambradas de cristal que les Impiden salir del país. A Ramírez y a Uribe, incluso su Logroño natal les parece más grande que Bagdad.

Junto a este grupo, y a algunas mujeres que salieron ya de Irak, llegaron, procedentes del emirato, dos empleados de una empresa de Barcelona, apellidados Alesina y Varela, que se encontraban allí montando una máquina. Un tercero, Carlos Socías, tuvo un viaje más accidentado, tras ser detenido por los iraquíes en el hotel de Kuwait en el que se alojaba. Todos ellos y otros tres representantes que se encontraban en la capital iraquí se hallan refugiados entre la residencia del embajador español, Juan López Chicheri, y la casa del agregado comercial. Allí entretienen sus horas con partidas de pimpón.

Buitrago, en Bagdad

La lista de españoles bloqueados en Irak y Kuwait se completa con otros cuatro diplomáticos, incluido Juan José Buitrago, que ayer abandonó el emirato, y un amigo de uno de ellos que se encontraba de visita. Ninguno de ellos dispone de cartilla de racionamiento, lo que significa que no tienen acceso a los productos subvencionados, como el pan, el azúcar, la harina o el aceite. De todas formas, hasta ahora no han sufrido problemas para encontrarlos en el mercado libre.

Además de acaparar los productos del mercado, los diplomáticos españoles han recibido en las últimas semanas valijas alimenticias. Junto a despachos, informes, cartas y periódicos, las sacas se han llenado con garbanzos, arroz, harina e incluso algún que otro jamón. Con todo, la sofisticación no llega al grado de los británicos, que celebraron el sitio iraquí de su Embajada en Kuwait brindando con champaña.

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