LA CRISIS DEL GOLFO

Crítica unánime de la oposición argentina a Menem por el envío de fuerzas militares

La decisión del Gobierno argentino de intervenir con sus Fuerzas Armadas -dos fragatas, un avión Hércules y 450 soldados profesionales- en el conflicto del golfo Pérsico ha sido criticada de forma unánime por la oposición. Desde fuera del Gabinete que preside Carlos Menem algunos sectores vieron en esa decisión un incumplimiento de las promesas formuladas por el actual presidente en la campaña electoral. Y de lo que, según las encuestas, desea la mayoría de los ciudadanos.Las críticas señalan que el presidente Menem, cabeza del poder ejecutivo, busca eludir el control del Congreso y se impone ...

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La decisión del Gobierno argentino de intervenir con sus Fuerzas Armadas -dos fragatas, un avión Hércules y 450 soldados profesionales- en el conflicto del golfo Pérsico ha sido criticada de forma unánime por la oposición. Desde fuera del Gabinete que preside Carlos Menem algunos sectores vieron en esa decisión un incumplimiento de las promesas formuladas por el actual presidente en la campaña electoral. Y de lo que, según las encuestas, desea la mayoría de los ciudadanos.Las críticas señalan que el presidente Menem, cabeza del poder ejecutivo, busca eludir el control del Congreso y se impone sobre el poder judicial, como en el caso de los indultos a los militares procesados por la guerra sucia contra la guerrilla. Con la decisión de enviar tropas, Argentina rompe su tradicional posición de neutralidad y se involucra en un conflicto extraterritorial.

Ninguna de las fuerzas políticas es capaz de dilucidar con claridad las razones últimas de esta decisión en la que el Gobierno arriesga hasta los compromisos regionales con Brasil, Chile y el resto de los países latinoamericanos.

Al parecer, la decisión presidencia¡ fue adoptada, como otras, por influencia directa del reducido círculo del poder económico que impulsa el plan de privatizaciones- de empresas del Estado llevado adelante por Menem, y también por el vínculo estrecho del Gobierno argentino con el de Estados Unidos. Sectores de la oposición califican al embajador estadounidense en Buenos Aires, Terence Todman, como asesor oficioso del Gobierno de Menem.

Abandonar a los No Alineados

Con el objetivo declarado de privilegiar esa relación y de distanciarse del Movimiento de Países No Alineados, el Gobierno argentino ha colocado cada eslabón de la cadena que ata su política exterior: el cese de las hostilidades con el Reino Unido, que se mantenían desde la guerra por la soberanía en las islas Malvinas; la suspensión del proyecto Cóndor II, para la construcción de un misil con cabeza nuclear; la reanudación de los ejercicios conjuntos entre militares argentinos y norteamericanos, y ahora el envío de tropas al golfo Pérsico.

"Son cambios sustanciales", ha declarado el canciller argentino, Domingo Cavallo. "Esta política es coherente con las decisiones que el Gobierno adopta en todo sentido". El presidente Menem se ha ofrecido a mediar en los últimos conflictos internacionales importantes. Esta moneda vuelve a estar en el aire y un escalofrío estremece a la mayoría de la sociedad.

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