LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Las armas económicas

Las armas de que dispone España para infligir sanciones económicas directas a Cuba no son especialmente dañinas. La ayuda financiera para el desarrollo que el Gobierno español concede a Cuba, a fondo perdido, está fijada para 1990 en 251 millones de pesetas, destinados fundamentalmente a la construcción de viviendas y a la restauración de patrimonio artístico. Tal cantidad, que este año aportan Renfe, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto de Cooperación Iberoamericana y el Ministerio de Trabajo, es la única que puede ser automáticamente suprimida por la Administració...

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Las armas de que dispone España para infligir sanciones económicas directas a Cuba no son especialmente dañinas. La ayuda financiera para el desarrollo que el Gobierno español concede a Cuba, a fondo perdido, está fijada para 1990 en 251 millones de pesetas, destinados fundamentalmente a la construcción de viviendas y a la restauración de patrimonio artístico. Tal cantidad, que este año aportan Renfe, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto de Cooperación Iberoamericana y el Ministerio de Trabajo, es la única que puede ser automáticamente suprimida por la Administración española.Durante los últimos 10 años, España ha concedido asimismo unos 15.000 millones de pesetas a Cuba en concepto de créditos FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo), con tipos de interés muy por debajo de los de mercado. Dichos créditos han sido abonados en su casi totalidad. España podría, sin embargo, congelar la concesión de nuevos créditos FAD.

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Otras consecuencias económicas de la crisis diplomática podrían darse en el terreno del comercio. España mantiene un saldo positivo en sus intercambios con Cuba, país al que el año pasado se exportó por valor de 25,6 millones de dólares (2.611 millones de pesetas), frente a una importación global de 11 millones de dólares (1.122 millones de pesetas).

Sin embargo, la más grave de las hipotéticas consecuencias de la crisis sería la ruptura de la cooperación microeconómica en sectores como el turismo. El principal grupo hotelero español, la Cadena Sol, ha impulsado una inversión de 22.000 millones de pesetas en Cuba, a través de una joint venture con la sociedad estatal Cubanacán. La empresa mixta, de que la que Cubanacán posee un 50%, ya se ha plasmado en un hotel inaugurado hace dos meses y en otro establecimiento en construcción. El presidente de la Cadena Sol, Gabriel Escarrer, dijo ayer que la crisis "no afectará a los negocios".

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