27 corredores atendidos tras el cuarto encierro
José Antonio Gorospe, de 39 años de edad, vecino de Pamplona, fue atendido con policontusiones en el servicio de urgencias del Hospital de Navarra. Pasó a su domicilio con pronóstico menos grave. En el Hospital Virgen de] Camino fue atendido el joven Enrique Martínez Igea, domiciliado en París, de 23 años de edad, afectado de una subluxación acromio-clavicular derecha. Un tercer corredor fue atendido en el ambulatorio General Solchaga con diversos golpes producidos durante la carrera.También en el hospital Virgen del Camino continúan ingresados el novillero de Cintruénigo Sergio Sánchez, con e...
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José Antonio Gorospe, de 39 años de edad, vecino de Pamplona, fue atendido con policontusiones en el servicio de urgencias del Hospital de Navarra. Pasó a su domicilio con pronóstico menos grave. En el Hospital Virgen de] Camino fue atendido el joven Enrique Martínez Igea, domiciliado en París, de 23 años de edad, afectado de una subluxación acromio-clavicular derecha. Un tercer corredor fue atendido en el ambulatorio General Solchaga con diversos golpes producidos durante la carrera.También en el hospital Virgen del Camino continúan ingresados el novillero de Cintruénigo Sergio Sánchez, con evolución satisfactoria de la cornada que le propinó en la corrida del día 7 un toro de Domecq que le impidió tomar la alternativa como matador, así como el joven Julián Caballero, vecino de Madrid, y herido de gravedad en el muslo izquierdo al ser empitonado en el encierro del 8. Su pronóstico sigue siendo grave. El sueco Andrés Barani y el francés Jean Luis Place se recuperan de sus heridas por asta de toro. Ambos fueron alcanzados el día 8 en la zona lagrimal de la cara y el glúteo, respectivamente. Aitor Ríos, joven de Baracaldo (Vizcaya) de 24 años, corneado muy grave en el primer encierro, continúa su evolución satisfactoria. Un toro le alcanzó en el cuello y en el glúteo.
La carrera de ayer duró cuatro minutos y medio. A pesar de no haber una gran aglomeración de corredores, los toros de Cebada Gago se separaron de los cabestros ya en los primeros momentos y cayeron al suelo en repetidas ocasiones creando situaciones de gran tensión resueltas felizmente.