La unión política europea nacerá en 1993

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El concepto de unión política consensuado ayer por los Doce implicará que la Europa confederal o federada, según en qué aspectos, será la nueva savia que presidirá la Comunidad. Constituirá a la vez el núcleo duro de la CE dentro del proceso de integración que se abre en Europa tras los cambios en el Este. La unión política se convertirá en piedra angular de la unión económica y monetaria, del mercado único, del proyecto de una política exterior y de seguridad comunes y del estatuto de ciudadanía europea. "La unión política implica una dimensión radicalmente diferente de la visión económica que es la base de la CE", señaló el presidente Felipe González en su intervención.

El Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno, según la propuesta franco-alemana aceptada por todos, será la institución clave de la nueva Europa. El proyecto incluye dar a este organismo una estructura permanente y un presidente elegido por un periodo de dos o tres años. La Europa comunitaria, según el presidente francés, François Mitterrand, "debe tener una finalidad federal", a pesar de que el órgano de gestión de las relaciones exteriores de la CE y de la política de seguridad responde a un modelo confederado de Estados. La Comunidad avanza hacia un modelo federal en materia económica y hacia una confederación en el terreno político.

Conferencias

El consenso de los Doce incluye la convocatoria de las dos conferencias intergubernamentales de las que saldrán, repectivamente, la unión política y las uniones económica y monetaria. También están de acuerdo en incluir en la reforma los deberes y derechos del ciudadano europeo, propuestos por el presidente Felipe González. En la reunión, según fuentes francesas, "la sintonía de Mitterrand y González fue total".

La cumbre de Dublín representa el inicio de la cuenta atrás para la redacción de un nuevo tratado de la CE. "No podemos perder ni un minuto", señaló Mitterrand. Aunque todos coinciden en la necesidad de incorporar a la unión la seguridad y las' relaciones exteriores, así como los derechos de ciudadanía europea, faltan por resolver muchos interrogantes sobre la reforma de las instituciones y el contenido de las medidas. Los trabajos preparatorios de ambas conferencias intergubernamentales continuarán hasta diciembre, coordinados por los ministros de Asuntos Exteriores de los Doce. En cuanto a la unión monetaria, la tarea de preparación no implica que la labor realizada hasta ahora no sea "completa y adecuada" tal como se aprobó en la cumbre de Madrid en 1989. La primera fase de la unión monetaria, concebida como un proceso de aproximación de las economías de los Doce, se iniciará el 1 de julio. La segunda fase, decisiva para iniciar el camino hacia la etapa final de crear una moneda común y un banco central europeo, se iniciará probablemente el 1 de enero de 1993.

Las principales objeciones a la reforma parten del Reino Unido, apoyado por Portugal. Dinamarca guarda silencio. La posición británica es que la unión política no puede poner en peligro el papel del Estado nacional ni dañar sus instituciones o la identidad nacional. La primera ministra británica, Margaret Thatcher, definió la unión política como "una acentuación de la cooperación entre los Doce países miembros".