Los países del Este aceptan ayuda occidental condicionada a la protección del medio ambiente

Los países del Este aceptaron ayer en Dublín que la ayuda económica de la CE y de otros países occidentales esté condicionada a "la prioridad política de proteger el medio ambiente". La Unión Soviética pidió que la cooperación se extienda "a las siete repúblicas soviéticas que pertenecen a Europa". El compromiso global incluye ya acciones urgentes para mejorar la seguridad de las centrales nucleares de tecnología similar a la de Chernóbil.



El actual desastre ecológico en el Este tiene una dimensión continental, según el comunicado final, porque "los problemas son exportad...

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Los países del Este aceptaron ayer en Dublín que la ayuda económica de la CE y de otros países occidentales esté condicionada a "la prioridad política de proteger el medio ambiente". La Unión Soviética pidió que la cooperación se extienda "a las siete repúblicas soviéticas que pertenecen a Europa". El compromiso global incluye ya acciones urgentes para mejorar la seguridad de las centrales nucleares de tecnología similar a la de Chernóbil.

El actual desastre ecológico en el Este tiene una dimensión continental, según el comunicado final, porque "los problemas son exportados a la Comunidad Europea". En la región polaca de Alta Silesia, el 60% de los alimentos contiene residuos de cadmio, plomo y zinc entre un 30% y un 70% superiores a los topes máximos admitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Checoslovaquia, la esperanza de vida es siete años más baja que en los países de su entorno a causa de la contaminación atmosférica más alta del mundo.

La acción comunitaria, que, aparte de las ayudas económicas, incluye la transferencia de tecnología, está impulsada por el riesgo que viene del Este. Sin contar la URSS, 22 centrales nucleares están en funcionamiento con normas de seguridad muy inferiores a las que rigen en Occidente. Otras 17 están en construcción. La RDA ha cerrado ya tres reactores de la planta de Greifswald, y el cuarto se clausurará en cuanto se disponga de otra fuente de abastecimiento. Otros países, como Checoslovaquia, aceptan el cierre de centrales.

Los mares Adriático y Negro están a un paso de la muerte biológica que sufre el de Aral. Los ríos Danubio, Elba, Vístula, Save y Tisza son un problema mucho mayor que el Rin por la concentración de mercurio, pesticidas y fertilizantes que arrastran. Una tercera parte de las aguas del Este es inutilizable para cualquier uso. La contaminación atmosférica supera todos los límites, especialmente en Checoslovaquia. La CE importa estos problemas por aire, mar y ríos.

La primera conferencia ministerial CE-Este sienta "las bases para una mayor cooperación en la protección del medio aMbiente", según el acuerdo alcanzado ayer en Dublín por los Doce con la Unión Soviética, la RDA, Polonia, Hungría, Checolosvaquia, Bulgaria y Yugoslavia. Rumania, a pesar de haber aceptado inicialmente la invitación, excusó su ausencia a causa de la situación interna que vive el país.

A la reunión asistió la ministra sueca Brigitta Dhal en representación de los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). Carlo di Meana Ripa, responsable de la política de medio ambiente de la CE, propuso la creación de un fondo especial para luchar contra la contaminación en el Este, proyecto al que se sumó el ministro de la RFA, Klaus Topfer, para quien "el ahorro producido por los recortes de armamento debe ser destinado a la ecología".

Aparte de esa ayuda especial en estudio, la CE destinará este año más dinero a luchar contra la contaminación en el Este que a la defensa medioambiental del Mediterráneo. A los 14.300 millones de pesetas presupuestados para este fin exclusivo hay que añadir el coste ecológico a incluir en cualquier programa de ayuda.

'Operación Faro'

Esta condición se extiende al conjunto de la Operación Faro, financiada por 24 países occidentales para apoyar al Este, y será uno de los requisitos en todo proyecto del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Las nuevas empresas que se instalen en esos países tendrán que adoptar normas equivalentes a las; de la CE.

Los datos barajados en la reunión y los contenidos en un estudio confidencial de la CE dejan escaso margen a la esperanza. En Polonia, el mayor contaminador de Europa, "un tercio de la población vive en condiciones en que la salud pública no está garantizada", según reconoció el ministro Bronislaw Kaminski. La ciudad de Cracovia es la más contaminada del mundo, y el río Vístula pasa por allí "biológicamente muerto". El país sufre una deforestación del 75% a causa de las lluvias ácidas.

Checoslovaquia ocupa el cuarto puesto en la clasificación mundial de la contaminación total, pero es el primero en emisiones de anhídrido sulfuroso, dióxido de carbono y dióxido de nitrógeno. Josef Vavrusek, ministro responsable del Medio Ambiente, informó que el deterioro del medio ambiente ha provocado que la población tenga una esperanza de vida entre cinco y siete años más baja que los países de su entorno. El cierre de instalaciones supercontaminantes, dijo, provocará la destrucción de dos millones de empleos.

Chernóbil

En la Unión Soviética, la catástrofe de Chernóbil ha destruido el 25% de los pastos de Bieolorrusia, según el ministro Nicolae Vorontsov. En su opinión, la solución de los problemas debe tener un enfoque supranacional, y "en esta cooperación deben estar incluidas las repúblicas europeas de la URSS, porque Europa no se acaba en nuestra frontera occidental".

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