A Pablo Romero le defraudaron sus toros

Jaime de Pablo Romero, propietario de los toros lidiados ayer, no pudo ver cumplidas las ilusiones que mantenía antes del festejo, y nada más acabar reconocía que estaba defraudado: "Es lo normal, la corrida no ha sido buena, aunque su principal defecto no fue la mansedumbre, sino lo mucho que se paró". El ganadero decía ésto al abandonar la barrera del tendido dos, desde donde presenció el festejo, y mientras guardaba las muchas notas que tomó.Añadía que tal vez el presidente se precipitó al cambiar el quinto toro por falta de fuerzas: "A no ser que lo tuviera meditado desde el reconoc...

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Jaime de Pablo Romero, propietario de los toros lidiados ayer, no pudo ver cumplidas las ilusiones que mantenía antes del festejo, y nada más acabar reconocía que estaba defraudado: "Es lo normal, la corrida no ha sido buena, aunque su principal defecto no fue la mansedumbre, sino lo mucho que se paró". El ganadero decía ésto al abandonar la barrera del tendido dos, desde donde presenció el festejo, y mientras guardaba las muchas notas que tomó.Añadía que tal vez el presidente se precipitó al cambiar el quinto toro por falta de fuerzas: "A no ser que lo tuviera meditado desde el reconocimiento de esta mañana. Pero no pasa nada, es un riesgo de esta profesión". Pablo Romero, que guardó cuidadosamente sus notas porque señalaba que eran básicas para seguir en su trabajo de recuperación de la divisa, evitaba pronunciarse sobre la lidia que los espadas dieron a sus toros, sólo afirmó con una sonrisa irónica: "Prefiero no comentar nada, es rnejor".

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La terna que se había enfrentado a los Pablo Romero no ahorraba críticas a los toros por haberles negado el triunfo que tanta falta les hace. Quizá el más duro fuera Luis Reina: "Esta divisa vive del recuerdo y de la noistalgia. Ahora está muy mal y no debería lidiar hasta que se recupere, si lo logra...".

El único momento en que apunto una sonrisa fue al recordarle su aplaudido quite por chicuelinas a su primer enemigo, aunque pronto volvió al pesimismo: "Es bien triste que lo único artístico que se han dejado hacer estos bichos haya sido eso. Me alegro de ser. el autor, pero no me sirve". Sus quejas se extendían a su segundo toro, de Cobaleda: "Tan malo como si fuese de Pablo Romero".

Medalla para el público

Campuzano pedía una medalla para el público por la paciencia que tuvo de aguantar tanto aburrimiento sin protestar, aunque recibió algunos pitos a la muerte de su segundo-, "Fueron de una minoría que no entiende", comentaba. Coincidía con el ganadero al señalar como principal defecto de la corrida lo parada que resultó: "No sirvió ni uno. La corrida, por no ser, casi ni fue peligrosa, como la que lidié hace un mes en Sevilla, y en la que al menos salieron dos toros con movilidad y relativamente toreables".

Curro Durán también participó en aquel festejo sevillano y coincidía con Campuzano: "Dentro de lo mal que se encuentra esta divisa, allí tuvieron más peligro, pero se movieron más. Los de hoy eran imposibles. Y, para colmo, el de Cobaleda que me tocó, sí que se movía, pero sólo para coger. Vamos, una tarde completita".

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