Giulietta Massina: "Fellini no es déspota, sino exigente con los actores"

La actriz fue ayer madrina de la Semana de Cine Italiano de Madrid

"Estoy aquí invitada como madrina de la Semana de Cine Italiano y no como esposa de Fellini, pero, cuando se le critica, descubro mi verdadero carácter, que es menos dulce, del que aparento: Fellini no es déspota, sino exigente con los actores", afirmó ayer Giulietta Massina, actriz y esposa del cineasta, cuya película La voz de la luna inauguró anoche una muestra de ocho filmes del actual cine italiano.

Giulietta Massina presentó este acontecimiento cultural -hay que recordar que la anterior Semana de Cine Italiano se remonta a 1986- acompañada de una delegación encabezada por la más a...

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"Estoy aquí invitada como madrina de la Semana de Cine Italiano y no como esposa de Fellini, pero, cuando se le critica, descubro mi verdadero carácter, que es menos dulce, del que aparento: Fellini no es déspota, sino exigente con los actores", afirmó ayer Giulietta Massina, actriz y esposa del cineasta, cuya película La voz de la luna inauguró anoche una muestra de ocho filmes del actual cine italiano.

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Giulietta Massina presentó este acontecimiento cultural -hay que recordar que la anterior Semana de Cine Italiano se remonta a 1986- acompañada de una delegación encabezada por la más alta autoridad cinematográfica de su país: el ministro de Turismo y Espectáculos, Carlo Tognoli.Además de las autoridades cinematográficas italianas, han venido a participar en la semana actores y directores de las ocho películas que se exhibirán. Entre ellos, el actor Paolo Villaggio, uno de los dos intérpretes de la nueva película de Fellini, La voz de la luna. Villaggio desveló ante los periodistas cómo fue su trabajo con el director, lo que provocó una educada, cortés, pero contudente réplica de Giulietta Massina.

"Fellini es un genio a la altura de Kurosawa y Bergman, pero el trabajó con él fue difícil porque comenzó a hacer La voz de la luna sin guión, sólo con unos papeluchos que, cada mañana, sacaba de su monedero y nos daba a los actores. Luego, se ponía tras la cámara y te decía '¡Improvisa tú lo que quieras!-, dijo Villaggio, quien añadió: "Tú no tienes ni idea de lo que está rodando pero, al ver la película, te emocionas de lo bella que es".

Alberto Sordi, también presente, respondió a una preguntas del propio Villaggio: "Cuando yo empecé a trabajar con Fellini, ambos éramos principiantes y no se sabía muy bien quién se sacaba los papeluchos".

Por su parte, Giulietta Massina dijo: "Fellini no es un director sino un autor de cine y hay que verlo en su conjunto. Esa leyenda de que es un director despótico no es cierta. Él no es un déspota, aunque sí extremadamente exigente con los actores porque, durante el rodaje, le van surgiendo ideas que va actualizando. Federico es muy exigente con los actores porque él mismo es un gran actor".

La actriz, esposa y musa del cineasta, afirmó que no ha trabajado en esta última película de Fellini porque no había papel, "ni grande ni pequeño", para ella. "Pero sigo siendo una actriz en activo", dijo. "Aunque ahora trabajo poco, en junio rodaré una película en Francia, Vertila, y entraré en una nueva faceta artística: haré de abuela".

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