Yeltin, sin mayoría para la presidencia rusa
El radical Borís Yeltsin no logró anoche alzarse con el número d votos suficientes para proclamarse presidente del Congreso ruso según informó un diputado soviético que asistió al recuento. Aunque Yeltsin ha conseguido mantenerse en cabeza, no obtuvo la mayoría absoluta requerida para ganar la elección. Los primeros resultados provisionales le daban 497 votos frente a los 473 de su rival, Iván Poloskov. Ninguno de los dos consiguió el 50% de los 1.068 diputadios que integran el Parlamento de la Federación Rusa.
En principio, el líder radical había visto allanarse el camino hacia su vict...
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El radical Borís Yeltsin no logró anoche alzarse con el número d votos suficientes para proclamarse presidente del Congreso ruso según informó un diputado soviético que asistió al recuento. Aunque Yeltsin ha conseguido mantenerse en cabeza, no obtuvo la mayoría absoluta requerida para ganar la elección. Los primeros resultados provisionales le daban 497 votos frente a los 473 de su rival, Iván Poloskov. Ninguno de los dos consiguió el 50% de los 1.068 diputadios que integran el Parlamento de la Federación Rusa.
En principio, el líder radical había visto allanarse el camino hacia su victoria cuando cinco de sus siete adversarios, incluido Alexandr Vlásov, el candidato oficial, se retiraron, en sucesivos mutis por el foro, de la competición. Iván Poloskov, jefe del partido comunista en la región de Krasnodarsk, en el norte del Cáucaso, permanecía ayer tarde como principal contrincante. El inesperado giro de los acontecimientos dio pábulo a todo tipo de conjeturas, dado que las instancias ofíciales habían promocionado la candidatura de Vlásov.Ésta, sin embargo, no contaba con el apoyo unánime del Politburó, ya que, según medios comunistas, mientras Gorbachov estaba a favor suyo, otros sectores más ortodoxos del máxirno organismo dirigente del PCUS apoyaban a Poloskov, considerado uno de los líderes de la oposición conservadora. La cuestión que trataban de dirimir los observadores ayer era si Vlásov, un funcionario cuya gestión al frente del Gobierno de la república rusa ha solido pasar desapercibida, había recibido instrucciones para retirarse, se había retirado por iniciativa propia o si había llegado a un compromiso con Yeltsin.
"Las dificultades del proceso de la perestroika me han obligado a valorar la importancia del compromiso político, la capacidad de tener en cuenta distintos puntos de vista", dijo Yeltsin al concluir un discurso en el que se pronunció por un tratado federativo en el seno de Rusia, que regulara las relaciones entre las unidades autónomas dentro de esta república, un inmenso territorio de más de 17 millones de kilómetros cuadrados que se extiende desde Leningrado hasta VIadivostok en la costa del Pacífico.Yeltsin fue el primero en exponer ante el Congreso (Parlamento) ruso, reunido en el Kremlin, un programa político que, de llevarse a cabo, arrebataría buena parte del poder a la directiva soviética. Yeltsin contempló una ley de soberanía para Rusia y la creación de una "comisión con representantes de formaciones autónomas o territoriales que elaborasen, contando con los organismos locales, un proyecto de ley sobre la estructura nacional-estatal con la posibilidad de nuevas formaciones autónomas".
La gran república
Rusia, una de las 15 repúblicas que forman la URS S, tiene a su vez 16 repúblicas autónomas, 5 provincias autónomas y 10 regiones autónomas. Algunas de estas unidades administrativas superan en tamaño a repúblicas federadas en la Unión Soviética. Las fronteras internas actuales de Rusia prescinden en gran medida de los límites de asentamiento de las comunidades nacionales, pero, de revisarse la estructura territorial, algunos conflictos interétnicos podrían activarse. Yeltsin era escuchado ayer desde las tribunas de invitados por el jefe del Comité de Seguridad del Estado, VIadímir Kriuchkov, y el responsable de Ideología del PCUS, Vadim Medvédev.
La propuesta de Yeltsin supone dos niveles de organización del Estado, uno dentro de la República Rusa y otro entre todas las repúblicas federadas en la URSS mediante un tratado de la Unión renovado.