CONSUMO

Intervenidos 4.000 kilos de vacuno tratados con hormonas ilegales

La dirección del matadero de Mercasevilla ha intervenido, y destruirá en los próximos días, una partida de 4.000 kilos de carne de vacuno tratada fraudulentamente con tapazol, un compuesto hormonal prohibido para el consumo humano que aumenta de forma espectacular el peso del animal si se le administra en los últimos meses de vida. La excesiva gordura de 10 terneros propiedad del ganadero sevillano Jesús Pallarés infundió sospechas a los veterinarios de la inspección municipal, que procedieron a la intervención cautelar de las reses y al envío de varias muestras al laboratorio madrileño de Maj...

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La dirección del matadero de Mercasevilla ha intervenido, y destruirá en los próximos días, una partida de 4.000 kilos de carne de vacuno tratada fraudulentamente con tapazol, un compuesto hormonal prohibido para el consumo humano que aumenta de forma espectacular el peso del animal si se le administra en los últimos meses de vida. La excesiva gordura de 10 terneros propiedad del ganadero sevillano Jesús Pallarés infundió sospechas a los veterinarios de la inspección municipal, que procedieron a la intervención cautelar de las reses y al envío de varias muestras al laboratorio madrileño de Majadahonda, donde se determinó la existencia de la citada hormona prohibida.El informe oficial al que ha tenido acceso EL PAÍS detalla que dos veterinarios de la inspección municipal descubrieron el pasado 30 de marzo una partida de 10 terneros machos que presentaban un "espectacular aumento de volumen de los tiroides", por lo que procedieron a tomar varias muestras glandulares. Las reses, que habían sido sacrificadas en el matadero municipal, quedaron intervenidas en las cámaras de Mercasevilla.

Pallarés, que no recurrirá la intervención municipal, aseguró ayer que desconocía la alimentación de sus animales: "Yo no me meto en eso, aunque desde luego no comen hormonas...".

Los responsables municipales han trasladado el expediente sancionador a la Junta de Andalucía para que actúe contra el ganadero en virtud del Real Decreto 1262/1989 de 20 de octubre que determina la "exclusión del consumo humano de la carne donde se haya detectado la presencia de sustancias prohibidas".

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