UNA NUEVA EUROPA

Reivindicaciones territoriales

Las tres repúblicas bálticas quieren hoy la independencia que se abrió para ellas con la derrota de los alemanes en noviembre de 1918 y se cerró tras los protocolos secretos del Pacto Germano-Soviético de 1939. Sin embargo, su experiencia histórica es muy diversa y, al margen del período de entreguerras, sólo Lituania había existido como Estado independiente antes de 1918.El Gran Ducado de Lituania alcanzó su apogeo como Estado imperial en el siglo XV, cuando Vitautas extendió sus confines hasta el mar Negro y las cercanías de Moscú. Los territorios que hoy forman Estonia y Letonia fueron ocup...

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Las tres repúblicas bálticas quieren hoy la independencia que se abrió para ellas con la derrota de los alemanes en noviembre de 1918 y se cerró tras los protocolos secretos del Pacto Germano-Soviético de 1939. Sin embargo, su experiencia histórica es muy diversa y, al margen del período de entreguerras, sólo Lituania había existido como Estado independiente antes de 1918.El Gran Ducado de Lituania alcanzó su apogeo como Estado imperial en el siglo XV, cuando Vitautas extendió sus confines hasta el mar Negro y las cercanías de Moscú. Los territorios que hoy forman Estonia y Letonia fueron ocupados a partir del siglo XIII por las órdenes de caballería alemanas. El ruso Alexandr Nevski marcó una gesta nacional, inmortalizada por Serguei Eisenstein, al derrotar a los caballerosde la orden de Livonia en el lago helado de Chudskoe, en 1242. El lago está hoy en la frontera entre Estonia y Rusia, y las reivindicaciones de la zona de Narva y Kojtla Yarve, en Estoma, al norte del lago, se han mantenido latentes entre los rusos. A esto, los estonios contraponen la reivindicación de algunas lonchas de Estonia incorporadas a la región de Pskov, y el fantasma de las reivindicaciones territoriales gravita también sobre las relaciones de Bielorrusia, Rusia y Polonia con Lituania.

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Los estonios y los letones, que fueron campesinos vasallos de los señores feudales alemanes hasta entrar en la órbita del imperio ruso en el siglo XVIII, tienen mayoritariamente una tradición protestante. No así los lituanos, con una profunda cultura católica, que marca su identidad nacional, forjada en continuos combates contra los rusos y las órdenes alemanas.

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