MOVILIZACIONES EN LA ENSEÑANZA

Cuatro jóvenes, detenidos en Barcelona por arrojar 'litronas', a la policía autonómica

Las distintas manifestaciones convocadas ayer a favor de una reforma educativa progresista concitaron menor asistencia de la prevista por los organizadores y fluctuó entre los 6.000 estudiantes en Barcelona y la prácticamente nula participación en el País Vasco. Para los convocantes, las cifras se multiplican por dos. Salvo en la ciudad de Barcelona, donde se registraron cuatro detenciones, y en Madrid, enfrentamientos de punkies con la policía, el resto de las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes.

Cerca de 14.000 estudiantes, según los organizadores, 3.000, según la policía ...

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Las distintas manifestaciones convocadas ayer a favor de una reforma educativa progresista concitaron menor asistencia de la prevista por los organizadores y fluctuó entre los 6.000 estudiantes en Barcelona y la prácticamente nula participación en el País Vasco. Para los convocantes, las cifras se multiplican por dos. Salvo en la ciudad de Barcelona, donde se registraron cuatro detenciones, y en Madrid, enfrentamientos de punkies con la policía, el resto de las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes.

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Cerca de 14.000 estudiantes, según los organizadores, 3.000, según la policía municipal participaron de ayer en Barcelona en una manifestación convocada para pedir una reforma educativa más allá de la propuesta por la LOSE. La marcha de la mañana -otra convocada para la tarde no había concluido en el momento de cerrar esta edición- transcurrió sin incidentes hasta su llegada a la plaza de Sant Jaume, donde los Mossos d'Esquadra detuvieron a cuatro jóvenes, dos de los cuales pertenecían al servicio de orden de las organizaciones convocantes. Los dirigentes estudiantiles calificaron la actuación policial de "desproporcionada e indiscriminada".Carreras

Los hechos se iniciaron cuando algunos jóvenes comenzaron a arrojar litronas y latas de bebida sobre los agentes que custodiaban, con indumentaria antidisturbios, el Palau de la Generalitat. A los pocos minutos dos furgones policiales irrumpieron en el centro de la plaza de Sant Jaume y provocaron carreras en el grueso de la concentración. Los agentes de la policía autonómica realizaron un despliegue de efectivos de amedrentamiento durante unos minutos y posteriormente se retiraron. Cuando los convocantes de la manifestación dieron el acto por concluido, los agentes se lanzaron en persecución de los concentrados y practicaron cuatro detenciones.

Los líderes juveniles convocantes en Madrid achacaron a la huelga del transporte la escasa presencia estudiantil. Alrededor de 2.000 alumnos de Enseñanzas Medias, 5.000 según los organizadores, secundaron la convocatoria que transcurrió pacíficamente. Tras la pancarta principal que abogaba "por una reforma progresista", distintas enseñas apostaban "por una reforma educativa en beneficio de los hijos de los trabajadores" y a favor de "menos armas y, más dinero para la educación".

Un servicio de orden, de diez alumnos por centro, intentó conducir la marcha sin incidentes durante 800 metros hasta la plaza de Luca de Tena, pero no impidió que varios grupos de jóvenes desafiaran a los manifestantes, litrona en mano.

Al término de la manifestación los líderes juveniles manifestaron su intención de proseguir las movilizaciones hasta que el ministro de Educación, Javier Solana, "deje de ser el ministro de la derecha, de la Conferencia Episcopal y de la patronal de la Enseñanza y sea el de todos los estudiantes".

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