Hacienda quiere cobrar 100 millones de pesetas a nueve pueblos de Teruel

El Ministerio de Hacienda ha llevado ante el Tribunal Supremo el cobro del impuesto de sociedades a nueve pueblos de la sierra de Guda (Teruel), que aprovechan la madera de los montes comunales. En una primera instancia, los tribunales dieron la razón a Hacienda, pero los ayuntamientos recurrieron y la Audiencia de Zaragoza falló, el pasado mes de abril, a su favor. Ahora el Ministerio ha recurrido ante el Supremo a fin de reclamar los casi 100 millones de pesetas a los nueve ayuntamientos. La delegación de Hacienda levantó las primeras actas de inspección hace cuatro años.

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El Ministerio de Hacienda ha llevado ante el Tribunal Supremo el cobro del impuesto de sociedades a nueve pueblos de la sierra de Guda (Teruel), que aprovechan la madera de los montes comunales. En una primera instancia, los tribunales dieron la razón a Hacienda, pero los ayuntamientos recurrieron y la Audiencia de Zaragoza falló, el pasado mes de abril, a su favor. Ahora el Ministerio ha recurrido ante el Supremo a fin de reclamar los casi 100 millones de pesetas a los nueve ayuntamientos. La delegación de Hacienda levantó las primeras actas de inspección hace cuatro años.

Los ayuntamientos estiman que no realizan una actividad mercantil y añaden que Teruel ha sido la primera provincia a la que se ha comenzado a aplicar este sistema fiscal.

El Tribunal Económico de Teruel falló en 1987 que procedía gravar el impuesto de sociedades, tal como pretendía Hacienda. Los ayuntamientos de Alcalá de la Selva y Guda fueron los dos primeros que ganaron el pleito en la Audiencia de Zaragoza, al reclamarles Hacienda tres y cinco millones, respectivamente, en concepto de transacciones con la madera desde hace cinco años.

Los otros municipios a los que se les reclama el impuesto son Mora de Rubielos, Manzanera, Nogueruelas, Cantavieja, Mosqueruela, Linares de Mora y Camarena.

Estos ayuntamientos aprovechan la madera de los bosques comunales, "desde toda la vida", con subastas a pie de monte y ante verdaderas empresas, como una manera de allegar recursos para las arcas municipales y destinarlos a obras y mejoras vecinales. Se cortan los árboles más gruesos, bajo la supervisión del COMENA (conservación de la naturaleza en Aragón), para esclarecer el monte. Mientras el caso está en los tribunales, los pueblos han seguido cortando y subastando la madera comunal.

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