CAMBIO Y AGITACIÓN EN EL MUNDO COMUNISTA

Expertos del Este aseguran que Occidente infravalora las dificultades para la reforma

HERMANN TERTSCH Las reformas políticas en la Unión Soviética y en los otros países del este de Europa son una oportunidad histórica para superar la división del continente, pero las dificultades a que se enfrentan son inmensas y tienden a ser infravaloradas por la opinión pública occidental. Los peligros de una gran desestabilización en la región siguen agravándose con el rápido deterioro de todas las economías socialistas. Estas son las principales conclusiones de un seminario que ayer concluyó en Santander y que ha reunido a expertos en la zona.

Si bien no pudieron asistir a la reunió...

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HERMANN TERTSCH Las reformas políticas en la Unión Soviética y en los otros países del este de Europa son una oportunidad histórica para superar la división del continente, pero las dificultades a que se enfrentan son inmensas y tienden a ser infravaloradas por la opinión pública occidental. Los peligros de una gran desestabilización en la región siguen agravándose con el rápido deterioro de todas las economías socialistas. Estas son las principales conclusiones de un seminario que ayer concluyó en Santander y que ha reunido a expertos en la zona.

Si bien no pudieron asistir a la reunión, como era su intención, el presidente del Partido Obrero Socialista Húngaro (POSH, comunista), Rezso Nyers, ni el miembro disidente checolosvaco Carta 77, Jiri Dienstbier, a quién se negó una vez más la salida de su país, el seminario contó con destacados participantes del régimen y la oposición de Polonia, Hungría y Checoslovaquia.Por primera vez, la Universidad Internacional Menendez Pe¡ayo ha celebrado esta semana, dentro de sus cursos de verano, un seminario sobre la situación en Europa Central, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, con presencia de destacadas personalidades de diversos países socialistas.

El curso había sido inaugurado por el ministro español de Cultura, Jorge Semprún, quien ya advirtió en contra de los excesivos entusiasmos por la figura del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y calificó de piedra angular en el proceso de democratización de Europa Central la adhesión de Checoslovaquia -que hasta ahora se muestra muy reticente e incluso abiertamente contraria- a la política de reformas radicales de Polonia y Hungría.

Todos los participantes, desde el profesor Richard Goldstucker, un destacado protagonista de la primavera de Praga, exiliado desde 1969 en el Reino Unido, hasta Valtr Komarek, asesor económico del partido comunista checoslovaco, pasando por el dirigente comunista húngaro Pal Ivanyi, el líder de la oposición húngara Zoltan Biro o el célebre periodista polaco Ryszard Kapuscynski (autor de impresionantes testimonios sobre la caída del emperador Haile Selassie de Etiopía y del sha de Irán) coincidieron en que el sistema actualmente existente es insostenible.

También hubo consenso entre los dirigentes comunistas, oposición, periodistas españoles dedicados a Europa oriental y el subdirector general para Europa Oriental del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Jorge Fuentes, en que, como señalaba el ministro de Justicia húngaro en un texto enviado al seminario, el pluralismo es indispensable para el funcionamiento operativo de un sistema político, aunque sólo fuera porque sin aquél, un sistema político carece de información objetiva sobre su propia gestión y sobre las consecuencias de sus errores".

Reformistas y opositores

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Se registraron, sin embargo, considerables divergencias entre los reformistas radicales y la oposición democrática en Polonia y Hungría y representantes de una línea más conservadora, como el economista checoslovaco Komarek, obsesionados con los peligros de desestabilización que las reformas pueden causar a la economía.

Komarek calificó de irreales las posibilidades de una apertura de la economía de su país sin consecuencias sociales graves.

Pablo Benavides, responsable en el Ministerio de asuntos Exteriores de las relaciones con el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica, mercado común de los países socialistas) insistió en la interrelación entre las reformas políticas y económicas. Estas últimas sólo pueden hacerse con un coste social que debe ser dictado por un gobierno legitimado y llevado a una sociedad participativa.

Por otra parte, en opinión de los expertos, las estructuras políticas, administativas e institucionales en los países socialistas del Este de Europa impiden en su actual estado la política económica necesaria para salir de la crisis.

Polonia y Hungría son los primeros países que han llegado a los límites de unas reformas dentro del marco legal creado por regímenes estalinistas, y se acercan a la etapa de desmantelamiento.

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