La teoría de la catástrofe
En 1999 se cumplirán los 400 años del nacimiento de Velázquez; con tal motivo es lógico pensar que en España se realizará no sólo una gran exposición de la obra del artista, sino actos muy diversos que supusieran investigación y divulgación del arte de la época.Alfonso Pérez Sánchez estima que "no es fácil saber lo que puede hacerse en 1999 para celebrar a Velázquez. Hemos creído y debía aprovecharse la iniciativa del Metropolitan para hacer algo que ahora mismo es posible y quizá no lo sea en 1999".
Los criterios que rigen la política de préstamos son "los que indica el patronato, basa...
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En 1999 se cumplirán los 400 años del nacimiento de Velázquez; con tal motivo es lógico pensar que en España se realizará no sólo una gran exposición de la obra del artista, sino actos muy diversos que supusieran investigación y divulgación del arte de la época.Alfonso Pérez Sánchez estima que "no es fácil saber lo que puede hacerse en 1999 para celebrar a Velázquez. Hemos creído y debía aprovecharse la iniciativa del Metropolitan para hacer algo que ahora mismo es posible y quizá no lo sea en 1999".
Los criterios que rigen la política de préstamos son "los que indica el patronato, basados ante todo en la importancia científica de la exposición, en su oportunidad, en el número de personas que puedan visitarla y la disponibilidad física de las piezas, es decir, su estado de conservación".
La oportunidad de realizar una exposición sobre Velázquez fuera de Europa es al menos discutible, pues se podría tener en cuenta la gran cantidad de gente que se traslada a España con el único objetivo de estudiar a Velázquez y las masas de visitantes del Prado.
En cuanto a la disponibilidad física de las piezas parece garantizada: "Son 15 piezas, entre las cuales no figura ninguna de las grandes obras maestras, que no pueden en modo alguno viajar. Todas están en perfectas condiciones para el viaje. El informe de restauración ha sido determinante en algunos casos de obras solicitadas y negadas".
Los riesgos y la ausencia de los cuadros "quedan compensados, porque espero que la exposición en España sea la misma que la de Nueva York, con el añadido de todos los Velázquez que tenemos aquí".
En su opinión "la seguridad de los cuadros se garantiza en la forma habitual en estos casos. Los transportes ofrecen todo tipo de seguridades salvo, naturalmente, la de catástrofe irremediable". Concluye de forma tan indiscutible como fatalista: "Si sucediese algo dramático, se suspenderían de inmediato todas las exposiciones del mundo". Esperemos que esta teoría no se cumpla jamás.