Pianos y sillares

"¿Puedo pasar a ver la muralla?". José Baratas, propietario de Ópera 3, se llevó hace dos años el susto de su vida. Había comprado un local en la plaza de Isabel II para abrir su negocio de instrumentos musicales. Las obras de reforma descubrieron en la planta baja los sillares de la antigua muralla de Madrid.

La solución a la que llegaron la Comunidad de Madrid y Baratas fue salomónica: el local puede abrir, pero rehabilitando el hallazgo. Hoy, con el de la cuesta de la Vega, es el tramo mejor conservado y además se puede visitar. Eso sí, en horario comercial.

Este tramo per...

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"¿Puedo pasar a ver la muralla?". José Baratas, propietario de Ópera 3, se llevó hace dos años el susto de su vida. Había comprado un local en la plaza de Isabel II para abrir su negocio de instrumentos musicales. Las obras de reforma descubrieron en la planta baja los sillares de la antigua muralla de Madrid.

La solución a la que llegaron la Comunidad de Madrid y Baratas fue salomónica: el local puede abrir, pero rehabilitando el hallazgo. Hoy, con el de la cuesta de la Vega, es el tramo mejor conservado y además se puede visitar. Eso sí, en horario comercial.

Este tramo pertenece al segundo recinto amurallado. Sus restos no están en ninguna guía turística porque siguen semiocultos. Un trozo se descubrió en 1978, en el transcurso de una demolición en la calle de Santiago, pero de poco sirvió. Hoy, en aque lugar, hay un edificio.

Más información

Se pueden intuir sus bloques de sílex en un solar de la calle de los Mancebos, en un jardincito cerrado en la calle del Almendro o en la calle de la Escalinata, donde se ve una fachada con sospechoso aspecto de torreón. Se construyó encima del auténtico.

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