"El editor es responsable de la vida literaria del escritor", según Joachim Unseld

Franz Kafka. Una vida de escritor. Historia de sus publicaciones es el título del estudio de Joachim Unseld (Francfort, 1953) recientemente traducido al castellano por Anagrama. Unseld, responsable de las publicaciones de jóvenes autores de Suhrkamp, la más importante editorial alemana en el sector de la narrativa y el ensayo, ha abordado la biografía del escritor checo desde una perspectiva poco frecuente: las relaciones que mantuvo con sus editores y en general con la vida literaria del momento. Para el autor de este estudio, "el editor es responsable de la vida literaria del escr...

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Franz Kafka. Una vida de escritor. Historia de sus publicaciones es el título del estudio de Joachim Unseld (Francfort, 1953) recientemente traducido al castellano por Anagrama. Unseld, responsable de las publicaciones de jóvenes autores de Suhrkamp, la más importante editorial alemana en el sector de la narrativa y el ensayo, ha abordado la biografía del escritor checo desde una perspectiva poco frecuente: las relaciones que mantuvo con sus editores y en general con la vida literaria del momento. Para el autor de este estudio, "el editor es responsable de la vida literaria del escritor"."En diez años, Kafka vio a su editor en dos ocasiones, durante no más de media hora", comenta, aún asombrado, el editor. "Está claro que en estas circunstancias resultó imposible trabar una comunicación directa y profunda".

Según Unseld, esta falta de comunicación es la responsable, o en cualquier caso tiene mucho que ver, contrariamente al pensamiento más extendido en torno a la biografía kafkiana, de que el escritor dejara sus tres grandes obras póstumas, El desaparecido (América), El proceso y El castillo, en el estadio de escritos no concluidos y con claras disposiciones testamentarias -si bien con una cláusula de salvedad- para que fueran destruidos tras su muerte. "No dejó inconclusas estas piezas por razones artísticas, sino estrictamente pragmáticas, por falta de una mayor ligazón con la vida literaria y editorial de su momento", asegura Unseld.

Un estudio de estas características constituye un tipo de autoanálisis, de reflexión en profundidad sobre el propio trabajo.

Unseld, padre, mantuvo con el escritor Thomas Bernhard una estrecha relación que se alargó hasta tres semanas antes de la muerte del escritor, quien pidió un encuentro urgente con el editor para discutir los pormenores del futuro de su obra. "En ese momento Bernhard pensaba que aún viviría un año, según aseguró a mi padre. De su polémico testamento todo lo que conocemos hasta el momento, ya que no se ha leído de forma oficial, es el párrafo cuarto, referido a la difusión de su obra en Austria".

Joachim Unseld insiste, sin embargo, en que las noticias a este respecto proceden de una única conversación que el hermanastro del escritor mantuvo con un periodista. "Una cosa sí está clara: Bernhard no quiso ni quiere tener después de muerto ninguna relación con el Estado austriaco, hecho en el que ha insistido rigurosamente en los últimos 20 años a partir de su rechazo del premio nacional. Cuando se abra el testamento tomaremos las decisiones oportunas para la difusión".

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