Tribuna:

Las nuevas propuestas de Gorbachov, un desafío a la OTAN

Con sus nuevas proposiciones de desarme formuladas el pasado fin de semana en Polonia, el líder soviético, Mijail Gorbachov, pone en un brete a los aliados de la OTAN que, tras perder la iniciativa diplomática, temen que si las acogen con frialdad puedan ser sospechosos de frenar la distensión.En sus reacciones al plan de desarme en tres etapas anunciado en Varsovia, que recoge anteriores propuestas de Mijail Gorbachov, Occidente se esfuerza primero por aclarar que el Este se inspira en parte en sugerencias del Oeste.

Las "propuestas sobre armas químicas, misiles de alcance medio y arma...

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Con sus nuevas proposiciones de desarme formuladas el pasado fin de semana en Polonia, el líder soviético, Mijail Gorbachov, pone en un brete a los aliados de la OTAN que, tras perder la iniciativa diplomática, temen que si las acogen con frialdad puedan ser sospechosos de frenar la distensión.En sus reacciones al plan de desarme en tres etapas anunciado en Varsovia, que recoge anteriores propuestas de Mijail Gorbachov, Occidente se esfuerza primero por aclarar que el Este se inspira en parte en sugerencias del Oeste.

Las "propuestas sobre armas químicas, misiles de alcance medio y armas estratégicas son todas occidentales", recordaba a principios de mes en Oslo el secretario general de la Alianza Atlántica, Manfred Woerner, aunque "ahora un montón de gente crea que ha sido Gorbachóv". "Para la opinón pública, él ha tomado la iniciativa", lamentaba Woerner.

Algunos aliados solían argumentar que la oferta del líder soviético no podía ser tomada en consideración mientras fuese un mero discurso, destinado en gran parte a los medios de comunicación occidentales, y no se concretase en un texto escrito, pero esta objeción empieza a desvanecerse. La reciente cumbre del Pacto de Varsovia ha-publicado, por primera vez, un documento con el plan en tres fases.

Al margen de la CSCE

El último reparo formal puesto por los aliados a las ofertas de Gorbachov es que se efectúan al margen de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).

"Va siendo hora", dijo Woerner durante su estancia en Madrid, "de que los soviéticos renuncien a sus propuestas públicas y negocien seriamente en Viena", donde los participantes occidentales esperan gestos del Este para poder cerrar el capítulo de los derechos humanos y negociar a continuación la reducción de armas convencionales, en las que el Pacto de Varsovia dispone de una aplastante superioridad.

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Un análisis más en profundidad pone de relieve para los aliados que sobre cuestiones importantes, como las reducciones asimétricas, la creacion de zonas fronterizas casi desmilitarizadas -que imposibilitan los ataques por sorpresa- o las inspecciones sobre el terreno, el Este se aproxima a la postura de la OTAN, lo que supone una evolución que es acogida favorablemente, de forma especial por la República Federal de Alemania, cuyo canciller, Helmut Kohl, fue el único jefe de Gobierno aliado que publicó un comunicado tras la cumbre de Varsovia.

Pero esta aparente flexibilidad soviética encubre también el deseo de disociar a EE UU de sus aliados europeos. Aunque después el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores soviético lo rectificó, Gorbachov propuso inicialmente, el pasado 11 de julio, ante la Dieta polaca (Parlamento), la celebración de una cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de todos los países europeos, del Este y del Oeste, lo que el presidente francés, François Mitterrand, interpretó inmediatamente como "una especie de desvinculación entre Europa y EE UU".

La mala impresión que causó la iniciativa fue resumida por el jefe de la diplomacia belga, Leo Tindemans, que la calificó de .poco feliz". Gorbachov, después de matizarla, precisó que tanto EE UU como Canadá serían invitados al encuentro y optó por olvidarla. No figura en el documento dado a conocer por el Pacto de Varsovia, como tampoco queda recogida su oferta anterior de retirar aviones si los F-16 norteamericanos de Torrejón abandonan Europa en lugar de ser trasladados a Italia.

La desagradable impresión de estar sometidos a un "bombardeo propagandístico", según la expresión de un diplomático, no obsta para que la mayoría de los miembros de la Alianza opinen, junto con Mitterrand, que hay que ser receptivos "porque es la primera vez desde la II Guerra Mundial que en lugar de armarse en exceso se va hacia el desarme".

[El Ministerio de Asuntos Exteriores español emitió ayer un comunicado en el que afirma que las propuestas del Pacto de Varsovia "contienen elementos positivos" y solicita que "esta nueva actitud tenga un pronto reflejo en la reunión en Viena de la CSCE].

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