El mejor

Tras el buen concierto de Yellowjackets parecía dificil superar su concepto de fussion. Pero faltaba Sanborn. Y el. desarrollo estilísitico al que ha llegado se introduce de lleno en el concepto de la música global. La capacidad de síntesis de los diferentes estilos, por los que Sanborn es capaz de caminar con suficiencia -que son casi todos-, conlleva el que su sonido -acústicamente, mucho mejor en Barcelona que en Madrid- presente tantas pequeñas muestras variopintas, que al final sea personal e inconfundible.Todo ello, siendo de agradecer, necesita un complemento imprescindible: que ...

Tras el buen concierto de Yellowjackets parecía dificil superar su concepto de fussion. Pero faltaba Sanborn. Y el. desarrollo estilísitico al que ha llegado se introduce de lleno en el concepto de la música global. La capacidad de síntesis de los diferentes estilos, por los que Sanborn es capaz de caminar con suficiencia -que son casi todos-, conlleva el que su sonido -acústicamente, mucho mejor en Barcelona que en Madrid- presente tantas pequeñas muestras variopintas, que al final sea personal e inconfundible.Todo ello, siendo de agradecer, necesita un complemento imprescindible: que el realizador final se llame David y se apellide Sanborn. Porque, aunque parezca un sacrilegio decirlo, Sanborn ha llevado al límite el desarrollo auspiciado por Miles Davis del contemporary jazz. Y lo que Miles pueda ser para la trompeta, lo es Sanborn para el saxo. Toca maravillosamente bien. Domina los fraseos, los punteos, la melodía: lo domina todo. Es el mejor saxo que ha pasado por este: país. Smile, el tema con el que se despiden antes del bis, es suficiente para comprobarlo.

En esta composición, David y su guitarrista desde hace doce años, Hiram Bullock, la montan. Consiguen un climax superior al de la mayoría de los rnacroconciertos. El pasado martes hicieron aullar al público. Y éso sólo es fácil si se es el mejor.