Reportaje:CITA EN HANNOVER

La construcción europea avanza eufórica, según Delors

La 39ª cumbre de los líderes de la Comunidad Europea (CE) concluyó ayer en Hannover en un clima de autosatisfacción porque, según resaltó el presidente del Ejecutivo comunitario, Jacques Delors, "la construcción de Europa se hace a un ritmo (...) algo eufórico". Los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea se separaron después de haber encargado a un comité la tarea Me proponer las etapas concretas para llegar a una unión" monetaria que, lógicamente, supone la creación de una moneda única y de un banco central europeo.

Sentado al lado de Delors, el canciller de la República...

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La 39ª cumbre de los líderes de la Comunidad Europea (CE) concluyó ayer en Hannover en un clima de autosatisfacción porque, según resaltó el presidente del Ejecutivo comunitario, Jacques Delors, "la construcción de Europa se hace a un ritmo (...) algo eufórico". Los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea se separaron después de haber encargado a un comité la tarea Me proponer las etapas concretas para llegar a una unión" monetaria que, lógicamente, supone la creación de una moneda única y de un banco central europeo.

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Sentado al lado de Delors, el canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Kohl, que presidió el Consejo Europeo, no disimuló su alegría en la conferencia de prensa final, en la que empezó afirmando: "Europa existe de nuevo", y concluyó asegurando que, si hacía cinco años en Japón se creía que "estábamos superados", ahora se dice que "los alemanes, los europeos, están de nuevo al día".Kohl no logró evitar ensalzar su propia presidencia de la CE, que concluirá mañana, al mencionar "su agradecimiento" a las numerosas felicitaciones que había recibido, y Delors añadió inmediatamente la suya, señalando que "en los últimos seis meses se han tomado más decisiones cualitativa y cuantitativamente" que en toda la historia de la CE.

Con más medida, casi todos los otros asistentes a la cumbre compartían la satisfacción del dúo Kohl-Delors, y hasta el primer ministro griego, Andreas Papandreu, reconoció que la presidencia alemana fue "muy exitosa", mientras su homóloga británica, Margaret Thatcher, admitía, por su parte, que el debate en Hannover sobre el mercado interior, que en 1993 suprimirá las últimas barreras intracomunitarias, había sido "muy útil".

Fácil acuerdo

La culminación exitosa de la presidencia quedó plasmada en el acuerdo fácilmente alcanzado el lunes por la noche sobre la creación de un comité encargado de preparar la unión monetaria tal y como está prevista en el preámbulo del Acta única. Bajo la presidencia de Delors, este comité contará con la participación a título personal de los gobernadores de los 12 bancos centrales, del comisario holandés Frans Andriessen y de tres prestigiosos expertos. Además del ex ministro español Miguel Boyer, los expertos asesores son el catedrático danés de Economía Niels Tygessen, autor de un informe sobre el Sistema Monetario Europeo (SME), en parte financiado por el Banco de España, y el catedrático belga de la Universidad Católica de Lovaina, Alexandre Lainfa lussy, que dirige también el Banco Internacional de Pagos de Basilea.En la cena del lunes hubo, según el jefe del Ejecutivo belga, Wilfried Martens, una "amplia mayoría" a favor de la puesta en pie, a largo plazo, de un banco central, pero como, según Delors, "algunos no querían ir tan lejos", cualquier alusión a ese proyecto fue suprimida del mandato, que sólo menciona el objetivo de la unión monetaria.

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Las discrepancias entre la mayoría y algunos quedaron, obviamente, reflejadas en las conferencias de prensa finales. El presidente francés, François Mitterrand, que siempre ha impulsado el proyecto, declaraba que, en última instancia, "suponía la creación de una moneda común y de una organización central para gestionar el nuevo sistema", que podría ser aprobado durante la presidencia francesa, a finales de 1989, después de que la cumbre de Madrid en junio próximo discuta el informe del comité.

Ni que decir tiene que la dama de hierro interpretó de otra manera el compromiso cuando sostuvo que el mercado único no requería moneda única ni banco central alguno. Pero las reticencias de Maggie "acabarán siendo vencidas", según Mitterrand, por la dinámica del proceso".

En una pequeña concesión a Grecia y España, que ejercerán las dos próximas presidencias de la CE, el comunicado final no fija un plazo para la puesta en práctica de los objetivos prioritarios del mercado único, pero sí señala que es necesario avanzar rápidamente en materia de apertura de mercados públicos, bancos y servicios financieros.

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